GASTRONOMÍA | ABC selecciona los productos de Córdoba imprescindibles en estas fechas.
Vinos de Montilla-Moriles
Un buen vino hace que el éxito de una cena esté garantizado. La Denominación de Origen Montilla-Moriles aglutina a los mejores vinos. En una cata de iniciación se suelen presentar los cinco vinos característicos de la Denominación de Origen Montilla-Moriles, empezando por el joven, seguido del fino, amontillado, oloroso y terminando por el afamado Pedro Ximénez.
La denominación de origen explica en su página web que se puede disfrutar «del espectacular abanico de colores y tonalidades que se desplegará ante nuestros ojos. Si deseamos probar un fino, bien frío, cogeremos correctamente el catavino por la base, miraremos el vino con atención y lo moveremos para apreciar la lágrima que cae por la copa, indicándonos el grado alcohólico que posee».
La propia denominación de origen destaca que los vinos generosos de la Denominación de Origen Montilla-Moriles, especialmente los de crianza biológica, «constituyen un mundo aparte dentro del universo de la enología. El fino, el amontillado, el oloroso, el Pedro Ximénez... son sencillamente inimitables, patrimonio exclusivo de un marco que no puede trasladarse a ninguna otra región de España».
El PX (Pedro Ximénez) con más solera
Una tierra albariza, blanquecina, y un verano caluroso y seco forman el maridaje perfecto para que las tierras cordobesas de la Denominación de Origen Montilla-Moriles sean los primeros pagos de Europa en comenzar la vendimia de unos caldos de los que el Pedro Ximénez es la variedad más señera. Esta joya etnológica de vino dulce, presente en la mayoría de las bodegas de vino de los 65 operadores que se integran en la Denominación de Origen Montilla-Moriles, necesita unas condiciones edafoclimáticas -combinación idónea de temperatura, humedad, luminosidad, suelo y fertilización- que se encuentran en la campiña cordobesa, donde arranca la recogida de la uva de la campaña europea.
Los caldos de Montilla-Moriles no solo están presentes en el mercado nacional, sino que llegan a países europeos -Reino Unido, Países Bajos, Alemania, Francia y Bélgica- y a Estados Unidos, Canadá, Rusia y países del sudeste asiático, entre otros.
El caldo dulce de color caoba, el Pedro Ximénez, licor hecho 100% de la uva con el mismo nombre que hay que «pasar» -secar- antes de llevarla al lagar. Cualquiera de las bodegas ofrece un Pedro Ximénez único y apropiado para estas fechas navideñas: desde Toro Albalá a Alvear, pasando por Pérez Barquero, muchos de ellos premiados internacionalmente.
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