El profesor Francisco Arquillo ha tenido que volver a restaurar las manos a la Virgen de la Esperanza Macarena. Tal y como ha informado El Llamador, numerosos cofrades detectaron en las fotos publicadas de la Virgen vestida de hebrea una excesiva blancura en las manos.
Según informó el prioste de la corporación, Fernando Marmolejo, al programa radiofónico de Canal Sur Radio, cuando pasó el besamanos del pasado mes de diciembre comprobaron que la policromía de las manos había desaparecido en numerosos puntos y que estaban «muy descarnadas», ya que se le veía la madera.
Según explicó a El Llamador el propio restaurador, «fueron miles de besos de los fieles y eso provocó la pérdida de la policromía». Por ello, la semana pasada, durante dos o tres horas, se llevó a cabo esta intervención de mantenimiento. Arquillo indicó, asimismo, que «cuando se restaura una imagen sueñe aplicársele un producto que plastifica de alguna manera las manos, aunque en el caso de la Macarena preferimos conservar la autenticidad ante todo y subsanar estos problemas de vez en cuando».
De esta forma, a pesar de la restauración que le realizó en 2012 el profesor Francisco Arquillo, ha tenido que repetirse en secreto menos de tres años después. De esta forma, Arquillo ha vuelto a reintegrar la pintura en las manos, que ya lucen en todo su esplendor.
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