El Obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, el rector de la Basílica Pontificia de San Juan de Ávila, José Félix García Jurado, el vicepresidente primero de la Diputación, Salvador Fuentes, el alcalde de Montilla, Federico Cabello de Alba, acompañado de su esposa, además de varios miembros del equipo de gobierno de la corporación municipal, y la artista montillana, María José Ruiz, junto a una delegación de nuestra ciudad, han sido recibidos, en la mañana de hoy, día 29 de abril, por el Papa Francisco I en Roma, haciéndole entrega de un lienzo de San Juan de Ávila, como agradecimiento por su nombramiento como Doctor de la Iglesia Universal.
Fotografía : Ayuntamiento de Montilla
Se trata de un lienzo de grandes dimensiones, obra de la citada artista, miembro de la Real Academia de Córdoba de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes, que ha plasmado la espiritualidad de una de las figuras clave del Siglo de Oro.
La obra se presentó en Montilla en la noche del lunes 6 de enero de 2014 -quince meses después de que el Papa Benedicto XVI proclamase a San Juan de Ávila nuevo Doctor de la Iglesia Universal-, durante el transcurso de una eucaristía conmemorativa del 514 aniversario del nacimiento del Doctor de la Iglesia, y fue encargada por el alcalde de la localidad, en nombre del Ayuntamiento de Montilla, a María José Ruiz, quien donó su trabajo a su ciudad natal.
Fotografía : Ayuntamiento de Montilla
Además del libro y del crucifijo que identifican iconográficamente al asceta manchego, la imagen del Santo Maestro viste el característico roquete que lució en vida el sacerdote palmeño Antonio León Ortiz, canónigo honorario de la Santa Iglesia Catedral y párroco de la Iglesia Mayor de Santiago Apóstol de Montilla, fallecido en noviembre de 2009. De igual modo, sobre la sotana, el Apóstol de Andalucía porta la capa pluvial que, según la tradición, llevó el propio San Juan de Ávila y que era conservada por los padres jesuitas.
El rostro con el que la artista imaginó al Maestro de Santos y Doctor de la Iglesia Universal resultó familiar para muchos montillanos. Y es que, como suele ser práctica habitual en muchas de sus obras, María José Ruiz se valió de un modelo “de carne y hueso”, que posó durante largas horas en el estudio de la artista. De esta forma, Francisco Repiso, un mecánico de 57 años que forma parte de la Hermandad de la Misericordia, se vio encarnando a un ilustre personaje.
La localización de la escena es en el patio de la que fuera su casa, junto al pozo, la parra y la zarza milagrosa que carece de espinas. De fondo, una pared encalada que proyecta con increíble precisión esa luz que se cuela rasante por entre las nubes.
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