Trece organizaciones y la Delegación Diocesana de Migraciones se reúnen cada último jueves del mes.
La Delegación Diocesana de Migraciones cumple cinco años celebrando círculos de silencio junto a trece organizaciones en el Bulevar de Gran Capitán de Córdoba cada último jueves de mes para apoyar simbólicamente causas vinculadas a la dignidad de la persona. Durante cinco años han participado en este acto simbólico 5000 personas.
Durante 5 años, se han celebrado 50 Círculos de Silencio con la participación de 13 organizaciones reunidas en el Bulevar de Gran Capitán de Córdoba cada último jueves del mes. Hoy, 26 de octubre, tendrá lugar en el Bulevar de Gran Capitán de la capital cordobesa, a las 20.00, el Círculo de Silencio número 50.
Este acto simbólico continuado tiene el valor de la perseverancia para alzar la voz en silencio “contra las injusticias cometidas contra las personas que se ven obligadas a abandonar todo y a todos para construir un mundo mejor”, explican las principales asociaciones y colectivos implicados en los círculos de silencio.
Durante estos cinco años, los Círculos de Silencio han puesto su acento en la denuncia de situaciones de desprotección y vulnerabilidad de las mujeres víctimas de la trata de personas, asumiendo títulos como 'La trata, dinero manchado de sangre o economía sin trata de personas' o enfocando dificultades específicas referidas al difícil acceso de los inmigrantes, que también se pusieron de manifiesto durante la celebración de los círculos, así como las temáticas desarrolladas en los años 2019 y 2020 que tienen que ver los derechos de las personas migrantes.
Estos círculos están dedicados a dar visibilidad y reivindicar la dignidad de grupos, que aunque perteneciendo a la Unión Europea padecen la marginalidad, como en el caso del dedicado a las personas gitanas de origen rumano, a las que se dedicó el círculo con el título 'Acoger = Integrar: con las familias gitanas rumanas' o 'No me etiquetes, tengo nombre', en el que se reivindicaba que por encima de la nacionalidad, está la identidad personal y si se anula ésta, se genera deshumanización.
Asimismo, los Círculos de Silencio se han desarrollado para mostrar aspectos de la migración que añade discriminación social y que se puso de manifiesto en títulos referidos a las dificultades de las mujeres trabajadoras y migrantes.
La protección de la infancia ha sido también objeto de reflexión para los Círculos de Silencio en la defensa de los menores migrantes no acompañados y también en cuanto a los jóvenes extutelados por las administraciones al cumplir 18 años.
REDACCIÓN / PASIÓN POR MVNDA
FOTO: DIÓCESIS DE CÓRDOBA
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