El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, rindió homenaje al escritor, del que se celebra el cuarto centenario de su muerte.
Tal y como informa la Diócesis de Córdoba en su página web, justamente cuando se cumplían cuatrocientos años de la muerte de Gómez Suárez de Figueroa, conocido como el Inca Garcilaso de la Vega, el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, quiso estar presente, presidiendo el homenaje que se le rindió al escritor ante su tumba, en la Santa Iglesia Catedral. Y es la ciudad no quiso pasar desapercibida ante este día y llevó a cabo varios actos en honor del que fue calificado como el Príncipe de los Escritores del Nuevo Mundo.
Concretamente, en la Catedral tuvo lugar una ofrenda floral en su tumba, en la que tanto el obispo de Córdoba como el embajador de Perú coincidieron en la importancia de esta figura como un ejemplo de interculturalidad y mestizaje. Un acto en el que estuvieron presentes multitud de personas.
Por otro lado, en la plaza del Indiano, situada en plena Judería, se descubrió un busto que recordará su figura, mientras que en Montilla, donde el Inca residió a lo largo de tres décadas en la vivienda de su tío, el capitán Alonso de Vargas, descubrieron un relieve conmemorativo, obra del artista montillano Rafael Rodríguez.
El Padre de las Letras Hispanoamericanas era peruano de nacimiento, pero vivió en Montilla y después en Córdoba, y está enterrado en la Capilla de Ánimas Benditas de la Catedral. Precisamente, en este lugar, fue donde se realizó dicha ofrenda floral.
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