La imagen de San Francisco Solano que la ciudad de Montilla donó a la localidad de Montoro en 1962, en la página de la Real Asociación Española de Cronistas Oficiales.
Antiguamente conocida como calle de la Enfermería, la actualmente denominada calle San Francisco Solano de Montoro fue una de las que se crearon a extramuros en el entorno de una pequeña iglesia dedicada a San Sebastián, uno de los protectores de las epidemias de peste negra que asolaban la península en el momento que penetraban por medio de las pulgas de los roedores.
Para ello se creó un campamento de campaña a su alrededor con tenderetes donde a los enfermos se le intentaba cuidar y salvar, siendo San Francisco Solano, patrón de Montilla y de Perú, entre otros lugares, uno de los que ayudaron en la fatídica epidemia de 1583.
En este caso, tan fuerte fue la misma que incluso dicho santo sufrió la enfermedad, restableciéndose de dicho mal en una cueva cercana a la iglesia, existente en lo que hoy es el edificio del cruce de la calle El Santo con General Castaños y que se conoce como El Naranjo.
Su amigo Buenaventura no corrió la misma suerte y se enterró en el interior de San Sebastián, y no en el carnero de cal dispuesto para ello. Allí se estableció una pequeña ermita en su nombre, que estuvo hasta finales del siglo XVIII, momento en el que se decide demoler para dar mayor anchura a estas calles.
En la fotografía podemos observar una imagen de San Francisco Solano de 1962, año en que la ciudad de Montilla donó la misma a la localidad de Montoro.
JOSÉ ORTIZ GARCÍA / CRONISTA OFICIAL DE MONTORO
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