4.11.25

Sevilla se desborda de emoción ante La Esperanza de Triana en la celebración del 75º aniversario del Dogma de La Asunción de la Santísima Virgen a los Cielos

"¡Esperanza, Reina Asunta al Cielo!"

Cuando el reloj marcaba exactamente las 15.36 minutos de la tarde del pasado sábado, día 1 de noviembre, la Pontificia, Real e Ilustre Hermandad y Archicofradía de Nazarenos del Santísimo Sacramento, de la Pura y Limpia Concepción de la Santísima Virgen María, del Santísimo Cristo de las Tres Caídas, Nuestra Señora de la Esperanza y San Juan Evangelista del sevillano Barrio de Triana iniciaba la salida de su cortejo, por la Puerta de San Miguel de la Santa, Metropolitana y Patriarcal Iglesia Catedral de Santa María de la Sede y de La Asunción de Sevilla, de regreso a su Capilla de Los Marineros.


Grabada con letras de oro, la Hermandad Sacramental de La Esperanza de Triana se disponía así a clausurar y dar colofón a los actos de su Misión Evangelizadora, que inició el pasado 3 de octubre y que ha llevado a la sagrada imagen de la Madre de Dios al Polígono Sur, celebrando igualmente cómo se merece, durante dicha tarde-noche, el LXXV aniversario de la proclamación del Dogma de La Asunción de la Santísima Virgen a los Cielos con una procesión triunfal de Nuestra Señora de la Esperanza.

Tal y como recoge la citada corporación en su página web, "aquel lejano 1 de noviembre del año del Señor de 1950, Su Santidad el Papa Pío XII proclamaba en la Plaza de San Pedro en Roma el Dogma de La Asunción de la Virgen María en Cuerpo y Alma al Reino de los Cielos. Mientras aquello ocurría en la Ciudad del Vaticano, Triana celebraba el acontecimiento acompañando a su Esperanza por las calles de su barrio ceramista y alfarero.

Fue aquel día en que Nuestra Madre Santísima procesionó de manera extraordinaria por las calles de Triana, después de pernoctar con la Señora Santa Ana, un acontecimiento inolvidable para los vecinos del arrabal. Triana reunía en torno a la proclamación dogmática de La Asunción de María Santísima en Cuerpo y Alma a los Cielos a su Virgen, a su tesoro más preciado, Nuestra Señora de la Esperanza, y a la que desde hace siglos reza y pregona como Abuela Santa.

Rincones como Duarte, Bernardo Guerra, la Parroquia de la O y la calle Betis recibieron la visita de la Virgen de Triana, que convirtió en fiesta popular lo que en Roma era solemnidad papal. Tal fue la implicación del barrio que, promovida por la hermandad, se consiguió que se rotulara una calle con el nombre de Asunción.
 
Por este motivo, cincuenta años después de esa efeméride de especial relevancia en el seno de la Iglesia Universal, y de manera singular para nuestra corporación que se siente vinculada y expresamente comprometida con este dogma, los trianeros quisieron volver a estar junto a Ella, y de esta forma, en el mes de octubre de 2000, la hermandad anunciaba que la Santísima Virgen saldría nuevamente para conmemorar el medio siglo trascurrido desde entonces...", habiendo de nuevo "...fiesta grande en el viejo arrabal...", tal y como ocurrió el sábado, con motivo de su setenta y cinco aniversario.


Encabezaba la comitiva en la tarde-noche del pasado 1 de noviembre en la procesión triunfal de La Esperanza de Triana, la Banda de Cornetas y Tambores del Santísimo Cristo de Las Tres Caídas de la citada corporación, seguida de un amplio cortejo. Y acompañando a la Madre de Dios volvió a poner sus sones la Banda de Música Las Cigarreras de Sevilla.

A su salida, y a los sones de 'Esperanza Triana Coronada', que pudimos escuchar en ese punto hasta en dos ocasiones, la Santísima Virgen de la Esperanza se puso, de cara a cara, a la Banda de Música Las Cigarreras, mirando igualmente a todo el público que abarrotábamos la Avenida de la Constitución, para posteriormente iniciar su recorrido de regreso a su Barrio de Triana con su característico andar, entre la apoteósis de los fieles y devotos asistentes, muchos de ellos, y especialmente ellas, con lágrimas en los ojos.

Seguidamente, fue en la calle San Pablo, donde decidimos esperar a la Hermandad Sacramental de La Esperanza de Triana en otro de los momentos que tuvimos el privilegio de disfrutar junto a la Madre de Dios en tan mágica y soñada tarde-noche. Más tarde, asimismo una marea humana cruzamos el Puente de Isabel II, conocido tradicionalmente como el Puente de Triana, tras la Santísima Virgen de la Esperanza, que entraba en su Barrio con sus calles absolutamente desbordadas de público.

Tal y como ocurrió en su salida, Nuestra Señora de la Esperanza, al entrar en su Barrio, por la Plaza del Altozano, en dirección a la calle San Jorge, volvió a ponerse cara a cara a todos sus fieles para que nadie se perdiera la desbordante belleza de la Madre de Dios, con su Banda de Música Las Cigarreras enlazando una marcha tras otra, sonando, entre otras, 'Esperanza de Triana Coronada' y 'Pasan los Campanilleros'. 

Ya en la esquina de las calles Antillano Campos con Pagés del Corro, pudimos deleitarnos y volver a admirar a la Santísima Virgen de la Esperanza en otra chicotá y revirá para enmarcar. Finalmente, ante lo inaccesibles que estaban las calles de Triana, debido a la enorme cantidad de público congregado en las últimas calles de su recorrido, decidimos esperar a la Madre de Dios en la calle Pureza para poder verla entrar en su Capilla de Los Marineros.


Una entrada que tuvo que ser rápida, y no por ello menos emotiva, ante la presencia de la lluvia, con la llegada de la medianoche del domingo, día 2 de noviembre, porque Ella así lo quiso. Una lluvia que volvió a aparecer ante La Esperanza de Triana, tal y como sucedió en el año 2000, en la celebración del 50º aniversario de la proclamación del Dogma de La Asunción de la Santísima Virgen a los Cielos.

Por delante, a algunos todavía nos quedaban más de 50 minutos caminando de regreso al Barrio de Nervión, donde hemos estado alojados, a escasos metros del Estadio Ramón Sánchez Pizjuán, el cual hemos tenido ocasión de conocerlo exteriormente por primera vez.

Además, de camino a la Catedral de Sevilla para asistir a la salida de la histórica procesión gloriosa de la Hermandad Sacramental de La Esperanza de Triana, igualmente nos sorprendió gratamente el anuncio de la ciudad madrileña de Alcalá de Henares, tierra natal del mismísimo Miguel de Cervantes, en un edificio de la calle Menéndez Pelayo.

La Esperanza de Triana procesionó en el paso de la Purísima Concepción de La Algaba

En la tarde-noche del pasado sábado, Nuestra Señora de la Esperanza procesionó "entronizada en paso de gloria para conmemorar el LXXV Aniversario de la proclamación del Dogma de La Asunción", haciéndolo "en el paso letífico de la Purísima Concepción de La Algaba, dispuesta para presidir la solemne función como clausura de la Misión de la Esperanza y en conmemoración del LXXV Aniversario de la definición dogmática de La Asunción en Cuerpo y Alma a los Cielos de María Santísima.


Para la referida ocasión, la Santísima Virgen porta la nueva toca ejecutada por el taller de Manuel Solano, bajo el diseño de Gonzalo Navarro, presidida por un camafeo de concha central que representa la iconografía de La Asunción. Luce, además, la nueva saya también ejecutada por el taller de Manuel Solano bajo el dibujo de Gonzalo Navarro; el nuevo manto bordado sobre terciopelo verde por Pepi Maya, siguiendo el diseño de nuestro hermano Javier Sánchez de los Reyes; y la corona de oro de su coronación por bula pontificia, obra de Juan Borrero y Francisco Fernández, de Orfebrería Triana, en 1984. En lo referido al exorno floral, el paso que preside Nuestra Señora de la Esperanza se nos presenta ricamente exornado con nardos, longui florum, panicum,anturium, pitosporum, flor de cera, hedera, Pitt nigra y falsa pimienta", resaltó la citada corporación.

Nueva toca para Nuestra Señora de la Esperanza

El pasado viernes, 31 de octubre, y tras la culminación del último día del solemne triduo celebrado en honor a Nuestra Señora de la Esperanza en el altar mayor de la Catedral de Sevilla, fue "bendecida una nueva toca para la Santísima Virgen, bordada en el Taller de Manuel Solano, siguiendo el diseño de Gonzalo Navarro.

El dibujo es de inspiración plenamente barroca. En el mismo, la ornamentación ocupa toda la superficie de la obra, disponiéndose de manera diferenciada en dos espacios. Por un lado, circunda el perímetro una sucesión de festones de flores. Por otro, ocupa el resto de la superficie un amplio campo central, cuya composición se articula en torno a cinco ejes, con un complejo y exuberante desarrollo ornamental, distinto en cada uno de ellos.

Destacan en éste los roleos de acantos que se entrelazan con estilizadas molduras o correajes, de los que penden cintas y entre los que se disponen diversidad de tipos de flores y frutos. Centra el conjunto una jarra de azucenas sobre la que se sitúa una cartela que alberga una representación de La Asunción de Nuestra Señora, en clara alusión al papel desempeñado por la hermandad en defensa del Dogma, del que este año se celebra el setenta y cinco aniversario de su proclamación", concluyó la Hermandad Sacramental de La Esperanza de Triana.































REPORTAJES: BENJAMÍN PORTERO DUQUE

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