26.4.18

Este mediodía tendrá lugar una cata histórica en Bodegas Alvear, que contará con la presencia de Enikő Győri, Embajadora de Hungría en España


Este jueves, día 26 de abril, Fernando Giménez Alvear junto con María Alvear, ambos octava generación de la histórica familia bodeguera, ofrecerán dos catas en las que primeramente se podrán degustar las grandes soleras de Alvear -una bodega con casi 300 años de historia- y una posterior, en la que se degustarán sus vinos dulces y los prestigiosos Tokaj.


En el evento, que tendrá lugar, a partir de las 12.00 del mediodía, en Bodegas Alvear, enclavadas en la avenida de María Auxiliadora, número 1, de Montilla, se contará con la asistencia de Enikő Győri, Embajadora de Hungría en España, y después de ambas catas se servirá un tentempié.

Fundada en 1729, y con casi tres siglos de historia, Alvear es la segunda bodega más antigua de España, siendo la más antigua de Andalucía. Actualmente está dirigida por la octava generación de la familia Alvear con María, Luis y Fernando Giménez Alvear a la cabeza, quienes trabajan para preservar el patrimonio familiar, el conocimiento adquirido y los valores de la bodega con la vista puesta en el futuro, explorando las raíces y las particularidades del viñedo montillano. Alvear es familia, calidad, tradición y esencia de un lugar, de su gente y de su cultura: 300 años haciendo historia.

Las Bodegas Alvear

La familia Alvear arranca en la antigua merindad de Trasmiera, de las montañas de Burgos. Desde la primitiva casa solariega, en San Miguel de Aras, llega a Nájera a principios del siglo XVI y desde allí a tierras cordobesas.

Juan Bautista García de Alvear y Garnica nace en Nájera, La Rioja, el 18 de julio de 1657. Este personaje fue alcalde del Estado noble de Nájera, y cuando ejercía esta actividad fue destinado a Córdoba como Administrador de las Rentas Reales. Se casa en segundas nupcias con una noble señora cordobesa y después nace Diego de Alvear y Escalera, el primero de la saga.

Diego se traslada a Montilla, donde verá nacer su afición por el campo. Una pasión que le sitúa en la viña y en el vino cuando en 1729 construye la Bodega Alvear. Una bodega pequeña y disimulada en el apretado laberinto de Montilla. Este breve recinto de botas y tinajas será su universo íntimo.

Con el tiempo, va adquiriendo una gran extensión de tierras en la zona que le convierten en uno de los mayores propietarios de la ciudad. Con su hijo Santiago impulsa la bodega hasta metas desconocidas en Montilla, cuando logra llevar un cargamento de vinos a Inglaterra a finales de ese siglo.

De sus sucesores destaca Diego de Alvear y Ponce de León, que durante su existencia, desde el año 1749 hasta 1830, compaginó su vocación vinatera con una azarosa vida militar y política, habiendo sido capitán de la Fragata Mercedes, hundida en la batalla del Cabo Santa María por los ingleses, hoy famosa gracias a la empresa caza tesoros Odyssey.

De aquella época destaca por derecho propio la figura de Carlos Billanueva, asistente que Diego de Alvear y Ponce de León trajo de Argentina y quien llegó a convertirse en su capataz de confianza. Bodegas Alvear, desde sus orígenes, ha mantenido siempre una vinculación entre España y Argentina, vinculación que sigue vigente en nuestros días.

Carlos Billanueva (C.B.) marcaba con sus iniciales los mejores vinos provenientes de la sierra. De esta forma se fue creando el estilo Alvear, que aúna moderación y homogeneidad de sus rasgos, todavía presentes en el Fino C.B., marca centenaria y la más conocida de la casa.

A lo largo de sus 284 años de historia, Bodegas Alvear ha conservado su carácter familiar, transmitiéndose la titularidad de padres a hijos, de tal modo que, hoy en día, la propiedad de la empresa está en manos de la octava generación.

Todas las generaciones sucesivas han contribuido paulatinamente tanto a la modernización técnica de la bodega como a la conservación de su patrimonio arquitectónico. Una bodega histórica que ha conseguido implantar la experiencia de una tierra y una familia.

Los Alvear de hoy

A lo largo de su historia, la Bodega Alvear ha conservado su carácter familiar, manteniendo sus raíces. Los Alvear de hoy son muy numerosos. Más de 50 son ahora los propietarios, siendo también de la familia alguno de los responsables de la empresa.

Alvear distribuye sus marcas en todo el territorio nacional, siendo su principal mercado el área mediterránea, desde Cataluña hasta Algeciras. La bodega vende fuera de nuestras fronteras el 40% de su producción a más de 25 países diferentes, entre los que se encuentran Gran Bretaña, Holanda, Japón, Canadá y Australia.

REDACCIÓN / PASIÓN POR MVNDA
FUENTE HISTÓRICA Y FOTOS: BODEGAS ALVEAR
PRIMERA IMAGEN: BENJAMÍN PORTERO DUQUE

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