Este año, en el que se conmemora el cincuentenario de la creación de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y de Montes de la Universidad de Córdoba, y con motivo de su designación como Capataz de Honor de la LXIII Fiesta de la Vendimia de Montilla-Moriles durante el transcurso de un acto que se celebrará el próximo sábado, día 1 de septiembre, a partir de las 22.30 de la noche, en la explanada situada junto al Alhorí del Castillo de Montilla, el Consejo Regulador de las Denominaciones de Origen Protegidas Montilla-Moriles y Vinagre de Montilla-Moriles ha nombrado a dos ingenieros agrónomos, que actuarán en representación de todos los técnicos titulados que trabajan en la Denominación de Origen Montilla-Moriles, en particular, y en todo el sector del vino, en general, para que acompañen a la Escuela de Agrónomos en su función como Capataz de Honor de la Vendimia. Los elegidos han sido Miguel Cruz Marqués, como Capataz de Bodega, y Fernando Fernández Cuenca, como Capataz de Campo, de la Fiesta de la Vendimia 2018.
El montillano Miguel Cruz Marqués es Doctor Ingeniero Agrónomo por la Universidad Complutense de Madrid y enólogo. Pertenece a una familia tradicionalmente dedicada al cultivo de la vid y a la elaboración de vinos.
Inició su actividad profesional en 1.974 como Director Técnico de Bodegas Montulia S.A., pasando por numerosas bodegas como técnico. Actualmente es titular de un laboratorio de enología y dirige los procesos de elaboración, crianza y expedición de diversas bodegas y cooperativas. Es igualmente autor de numerosos Proyectos de Industrias Agrarias, sobre todo bodegas.
Ha realizado asesoramiento técnico enológico en bodegas en Rumanía, en el año 2007, y en Chile, en el año 2011 y, continuando la tradición familiar, desde 1985 elabora, cría y envasa vinos en un proyecto personal y que comparte con su hijo Miguel, también ingeniero agrónomo, en las Bodegas Lagar Blanco. Es una persona familiar, afable y sencilla, a la vez que muy recta en sus convicciones técnicas lo que, sin duda, cautiva al que se acerca a Miguel, tanto en el plano profesional como en el personal.
Fernando Fernández Cuenca, nacido en Moriles y, al igual que Miguel, pertenece a una familia con tradición bodeguera y viticultora desde hace varias generaciones, de lo que hace gala en el momento en que la ocasión se lo permite. Es ingeniero agrónomo por la propia Universidad de Córdoba e inició su trayectoria profesional en la multinacional francesa de productos agroquímicos Rhone-Poulenc Agro, en las zonas de Castilla La Mancha y Andalucía.
Hace 25 años inició su proyecto más personal y al que, junto a gran parte de su propia familia, dedica su mayor esfuerzo profesional, una empresa familiar denominada Oficampo y TodoViña, dedicada a la realización de trabajos agrícolas en el ámbito vitícola y del olivar.
Además, dedica su actividad al asesoramiento técnico y a la gestión de explotaciones agrarias y ha contribuido, desde su inicio, al desarrollo y aplicación de nuevas tecnologías en la agricultura tanto en Moriles, su pueblo natal, como en Córdoba y Andalucía. Desde el año 2000 desarrolla, en representación de Asaja Córdoba, los planes de reestructuración y reconversión del viñedo al amparo de la Organización Común de Mercados del Vino de la Unión Europea.
No en vano, más de 350 agricultores han recibido el asesoramiento técnico y práctico de su empresa en la transformación de más de 1.500 hectáreas de cultivo tanto en nuestra comarca como en toda Andalucía. Quien conoce a Fernando coincidirá en que es un enamorado de Moriles, de la viña y del vino de Montilla-Moriles a lo que ha dedicado toda su vida. “Desde los catorce años dando cuchilla en la viña”, dice, amigo de sus amigos, abnegado en su trabajo y, a veces, excesivamente desprendido para los demás quienes, no obstante, saben reconocerlo con su amistad y cercanía.
Ambos son magníficos representantes en Montilla-Moriles de todos los técnicos titulados que ejercen trabajos de asesoramiento para el sector de la viña y el vino en toda la comarca y por ello el Consejo Regulador los reconoce.
Un acto instituido en el año 2011
La LVI Fiesta de la Vendimia Montilla-Moriles, celebrada en el año 2011, contó, por primera vez, además de con el tradicional Capataz de Honor, con un Capataz de Campo y un Capataz de Bodega. “El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Montilla-Moriles nos ha facilitado el nombre de las personas que debían de ser los Capataces de Campo y de Bodega y nuestra intención es que esta nueva iniciativa se quede ya implantada desde esta misma edición", señaló Cristina Alguacil, concejal de Festejos en el Ayuntamiento de Montilla por aquella época.
"Con ello queremos que la Fiesta de la Vendimia sirva, además de para nombrar a un embajador de los vinos de Montilla-Moriles por todo el mundo en la persona del Capataz de Honor, para reconocer la importante labor que ejercen determinadas personas en el sector agrario y vitivinícola de la zona”, añadió.
De este modo, el primer Capataz de Campo fue el presidente de la Cooperativa La Aurora, Juan Rafael Portero, mientras que el primer Capataz de Bodega fue el presidente de las Bodegas Toro Albalá, Antonio Sánchez.
REDACCIÓN / PASIÓN POR MVNDA
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