23.5.25

Acudimos al besamanos y besapiés de la Señora de Córdoba y del Santísimo Cristo de la Clemencia

En la tarde del pasado sábado, día 17 de mayo, acudimos al primer día del solemne besamanos y besapiés de los sagrados titulares de la Real, Venerable e Ilustre Hermandad Servita de Nuestra Señora de los Dolores Coronada y del Santísimo Cristo de la Clemencia de Córdoba. Unos cultos, sin lugar a dudas, extraordinarios, ya que estos solo se producen, normalmente, cada quinquenio, en los años acabados en 0 y en 5, salvo alguna excepción.

Este año, la hermandad celebrará el 50º aniversario del nombramiento del pueblo de Córdoba como hermano de honor de la corporación con una procesión extraordinaria. Asimismo, celebrará el 60º aniversario de la coronación canónica pontificia de la Señora de Córdoba, tenida lugar "el 9 de mayo de 1965 por el cardenal Bueno Monreal.

Esta ceremonia, que congregó a decenas de miles de cordobeses, es uno de los grandes hitos religiosos de todos los tiempos en la capital. A sus pies se han postrado reyes, príncipes, jefes de Estado, cardenales y obispos en una larga nómina. Las indulgencias concedidas son interminables y la devoción de los cordobeses hace que a Ella sean ofrecidos los recién nacidos y que su imagen guarde en la sepultura el sueño eterno de sus devotos", destaca la citada corporación.


Además, un año más, bajo la iniciativa denominada 'Guárdalos bajo tu manto', dirigida a aquellas personas que entre el 3 y el 5 de junio se van a examinar de Selectividad, la citada corporación ha activado un formulario para que puedan inscribirse estas alumnas y alumnos, los cuales serán incluidos en el listado que se colocará bajo el manto de la Santísima Virgen de los Dolores. El formulario estará abierto hasta el sábado, 31 de mayo, a las 20.00 de la tarde.

Sin lugar a dudas, un solemne besamanos a la Señora de Córdoba y un solemne besapiés al imponente Crucificado, obra de Amadeo Ruiz Olmos, ciertamente emotivos para quien suscribe, ya que no teníamos previsto visitar Córdoba de nuevo este pasado fin de semana, y estos cultos extraordinarios han motivado para que estuviera allí, en su Santuario, junto a Ellos.

Y es que un azulejo de la Santísima Virgen de los Dolores de Córdoba preside la entrada del chalet de mis padres, en la urbanización privada El Clavín, en Guadalajara. Una devoción compartida en mi familia junto a la imagen de María Santísima de los Dolores de Montilla, ya que mi abuela materna se llamaba Dolores, como mi madre. Y mi hermana como Ella: María Dolores.



























REPORTAJE: BENJAMÍN PORTERO DUQUE

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