11.5.19

Montilla celebra la festividad de San Juan de Ávila


“San Juan de Ávila irrumpe en nuestras vidas como una figura serena y ardiente”

Montilla ha recibido la visita del Cardenal Ladaria, quien fue recibido por las autoridades en las dependencias del Castillo, donde se inauguró una exposición del Maestro. El Cardenal pidió a los sacerdotes seguir el camino de la santidad, dejando resonar en sus corazones el núcleo de San Juan de Ávila: “Sepan todos que nuestro Dios es amor”.


Monseñor Demetrio Fernández, Obispo de Córdoba, presidió, por la tarde, la Misa en la Basílica, tras la cual se celebró una procesión extraordinaria con la imagen y el relicario del Doctor de la Iglesia Universal.

La festividad de San Juan de Ávila volvió a ser, el pasado 10 de mayo, un gran acontecimiento en la ciudad de Montilla en un día muy especial vivido no sólo por todos los montillanos, sino por el clero y la Iglesia Universal. Allí, un año más, se ha concentrado una gran representación del clero cordobés para vivir esta jornada festiva de la mano del Cardenal Luis Francisco Ladaria Ferrer, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe en la Santa Sede, quien ha estado acompañado por el Obispo de Córdoba, monseñor Demetrio Fernández.

Desde primera hora de la mañana, se inició la jornada que, en esta ocasión, se ha prolongado hasta la noche con una procesión extraordinaria con la imagen del Santo Doctor de la Iglesia. En las dependencias del Castillo, el alcalde, Rafael Llamas, junto con miembros de la Corporación Municipal, recibieron al Cardenal y al Obispo.


De este modo, Rafael Llamas trasladó la bienvenida al Cardenal Ladaria en nombre de todos los montillanos, haciéndole entrega de varios obsequios, entre ellos un ejemplar del facsímil del libro 'Historia General del Perú', del Inca Garcilaso, y señalando que con motivo del aniversario de la muerte de San Juan de Ávila se ha puesto en marcha un gran proyecto como es 'Vitis Dei', en el que Obispado de Córdoba y el Ayuntamiento “van de la mano para que las personas que se acerquen hasta Montilla con motivo de esta efeméride conozcan nuestro amplio patrimonio cultural e histórico”.

Un día en el que, como afirmó Rafael Llamas, “es muy especial porque conmemoramos el 450º aniversario de la muerte del Maestro y un Año Jubilar del que Montilla se siente orgulloso y por el que está trabajando a través del proyecto Vitis Dei junto al Obispado”. “Nuestros lugares y todas las personas que vengan a visitarlos se llenarán de espíritu avilista”, aseguró.

Por su parte, el Cardenal puso de manifiesto la gran alegría y el honor que supone para él estar presente en la festividad de San Juan de Ávila, al que calificó como “un faro en la España del siglo XVI-XVII” y pidió que se siga honrando como se merece. “Les deseo que esta fiesta sea un momento para que todo el pueblo rememore estas grandes figuras históricas, su patrimonio y su vida espiritual”, indicó.


Igualmente el Obispo quiso agradecer la presencia de monseñor Ladaria y recordar que este día “estaremos unidos todos los obispos, sacerdotes y cristianos de España para pedirle al Santo que proteja a Montilla, que lo ha declarado Hijo Adoptivo y que bendiga a todos los sacerdotes de los que es patrono y a la Iglesia Universal”.

Acto seguido, en el Castillo se inauguró la exposición de San Juan de Ávila, que contiene su cronología, los lugares en que residió y los hitos de su vida sacerdotal, destacando su vida espiritual, docencia, defensa de la mujer y faceta literaria.

Visita a los lugares avilistas y Misa en la Basílica

Tras la recepción con las autoridades, el Cardenal y el Obispo visitaron los lugares relacionados con la vida del Maestro y acto seguido se dirigieron a la Basílica, donde se conservan sus restos mortales para celebrar la Santa Misa, que fue retransmitida en directo, para toda España, a través de una cadena de televisión nacional.


Allí, junto a los sacerdotes de la Diócesis de Córdoba, ofició la ceremonia el Cardenal, quien en su homilía resaltó la figura del Santo Maestro. “Celebramos la memoria de un santo que no ha ocultado la luz del Señor, sino que la ha puesto en el centro de su vida para que brille. Esta luz brilla, tiene que brillar y nosotros somos los encargados como sacerdotes de que brille como San Juan de Ávila supo hacer durante toda su vida”, resaltó.

Al hilo de esto, planteó la cuestión: ¿Qué puede decirnos un presbítero del siglo XVI a los sacerdotes que vivimos inmersos en el siglo XXI? La respuesta fue contundente. El Cardenal expresó que la fiesta de este día nos permite ver que los santos no pierden actualidad, sino que ganan con el paso del tiempo, más hoy en la sociedad en la que vivimos donde nos apremia la urgencia de una Nueva Evangelización.

“Dejemos resonar en nuestros corazones el núcleo de San Juan de Ávila. “Sepan todos que nuestro Dios es amor”, y como amor, nunca nos abandona”, aseguró. Al mismo tiempo, expresó que el Santo “irrumpe en nuestras vidas como una figura serena y ardiente, que se convierte en un ejemplo para todos aquellos que queremos vivir la santidad a la que Dios nos invita y a la que a nosotros, los sacerdotes, se nos exige”.


San Juan de Ávila fue calificado como Maestro y es reconocido como tal por la eminencia de su doctrina. “Se nos ha suscitado en él un Maestro apostólico por la santidad de su vida y por su celo apostólico. Es Maestro de santidad y nos urge entrar en caminos de santidad, por los métodos de su evangelización”, comentó.

Asimismo, teniendo presente que el principal interés del Patrón del Clero Secular Español fue hacer sacerdotes santos, monseñor Ladaria pidió a los presbíteros que vivan unidos a Jesucristo, siguiendo su misión y teniendo siempre presente que son “ayudadores del Señor” con un corazón abierto y renovado en Jesucristo, como dice el Santo Ávila: “Pedid mucho amor y acreciéntame Señor la fe”. “Esta es la alteza del oficio sacerdotal. Pide alteza sacerdotal, enseña amor y envía amor”, concluyó diciendo en su homilía.

Charla formativa

Al igual que en los años anteriores, los presbíteros se reunieron en el Teatro Garnelo para asistir a una charla formativa impartida por el Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe en la Santa Sede. Allí, él mismo recordó a los presentes que “la Iglesia es una edificación de piedras vivas que ha recibido los medios de la santificación de Dios y los sacerdotes somos ministros, es decir, estamos al servicio”.


Nuevamente, el Cardenal quiso durante su exposición poner de relieve la importancia de la santidad a la que todos estamos llamados: “En el don del Espíritu, todos los cristianos estamos llamados a la santidad”. De esta forma, profundizó en la tarea y el ministerio sacerdotal a la luz del magisterio de San Juan de Ávila.

Misa y procesión extraordinaria

La festividad de San Juan de Ávila este año ha tenido un carácter especial, ya que culminó en la tarde con una Misa oficiada por el Obispo, con motivo del Año Jubilar por el 450º aniversario de su muerte, el 150º aniversario de su beatificación y el 50º aniversario de su canonización. Seguidamente, tuvo lugar una procesión con la imagen y el relicario del Santo Doctor de la Iglesia por las calles de la localidad.






















NOTA DE PRENSA REMITIDA POR LA DIÓCESIS DE CÓRDOBA

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