“Las hermandades están llamadas a ser templo espiritual”
El Obispo de Córdoba, monseñor Demetrio Fernández, ha presidido en la mañana de este domingo, 8 de octubre, el encuentro anual con las hermandades y cofradías de toda la Diócesis, junto al Delegado Diocesano de Hermandades y Cofradías, Pedro Soldado; el Vicario General de la Diócesis, Jesús Daniel Alonso, y el Ecónomo Diocesano, José Luis Vidal.
El Palacio Episcopal ha acogido esta cita en la que el asunto central ha sido la carta pastoral de los Obispos del Sur de España al cumplirse el 30º aniversario del viaje apostólico de San Juan Pablo II a Sevilla y Huelva, titulada 'María, Estrella de la Nueva Evangelización. La fuerza evangelizadora de la Piedad Popular'.
Se trata de una carta emitida para reconocer la importante aportación de las hermandades y cofradías a la piedad popular, “una guía para la tarea evangelizadora de las hermandades, en un sentido positivo”, como ha resaltado Pedro Soldado.
Tras la bienvenida por parte del Obispo a los asistentes, el delegado ha tomado la palabra para desgranar los puntos de la carta, destacando la importancia que tienen cada una de las más de setecientas hermandades y cofradías que existen en el seno de la Iglesia de Córdoba.
Pedro Soldado ha comenzado planteando la pregunta ¿qué ha de ser una hermandad? para responder a esta cuestión, indicando que las hermandades “están llamadas a ser talleres de santidad y templo espiritual, donde se cuide la formación espiritual de sus miembros”.
En este sentido, tal y como pone de manifiesto la carta de los Obispos y el Papa Francisco, ha subrayado que las hermandades “tienen una misión específica e importante, que es mantener viva la relación entre la fe y las culturas de los pueblos a los que pertenecéis, y lo hacéis a través de la piedad popular”. Asimismo, ha recordado que las hermandades deben apoyar la formación, el culto y la caridad, y deben existir para evangelizar.
En cuanto a los riesgos que existen en hermandades y cofradías, el delegado ha recordado que “no se debe confundir solemnidad con pomposidad, ni sencillez con mezquindad”, como expresan en la Carta los Obispos, y ha instado a los representantes de las cofradías a dar testimonio vivo de su existencia, “sin divisiones ni enfrentamientos".
A continuación, tomaron la palabra los representantes de distintas hermandades procedentes de varios puntos de la Diócesis para contar la realidad cofrade de su entorno. Un turno de palabra y una oración puso el punto final a este encuentro en el Palacio Episcopal para pasar a la Santa Iglesia Catedral y celebrar junto al pastor de la Diócesis la Santa Misa.
REDACCIÓN / PASIÓN POR MVNDA
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