En la tarde del pasado 8 de diciembre, solemnidad de la Inmaculada Concepción de María, Patrona de España, volvimos a tener el privilegio de llegar hasta el entorno de la Mezquita-Catedral de Córdoba y del Puente Romano, y de visitar, nuevamente, en esta ocasión, la Parroquia de San José y Espíritu Santo.
Allí veneramos, en su devoto besamanos, a María Santísima del Dulce Nombre en sus Dolores Gloriosos, sagrada imagen titular mariana de la Piadosa Hermandad Sacramental del Buen Pastor y de la Inmaculada Concepción y Muy Antigua, Siempre Ilustre y Venerable, Pontificia, Real, Fervorosa, Humilde y Seráfica Archicofradía de la Santa Vera Cruz y Nuestro Señor de los Reyes, cuya corporación dejará el Lunes Santo, para realizar su estación de penitencia, desde la próxima Semana Santa de Córdoba de 2024, en la tarde-noche del Domingo de Ramos.
Igualmente, pudimos admirar el nuevo techo de palio, totalmente concluido, de María Santísima del Dulce Nombre, con diseño de José Manuel Martínez Hurtado, siendo bordado, en oro fino, por el taller de bordados de Manuel Solano Rodríguez en la sevillana localidad de Morón de la Frontera.
Además de venerar, principalmente, en el citado templo, a Nuestro Señor de los Reyes y a María Santísima del Dulce Nombre en sus Dolores Gloriosos, pudimos hacer lo propio, del mismo modo, ante los sagrados titulares de la Primitiva y Muy Antigua Hermandad del Santísimo Cristo del Descendimiento, María Santísima del Refugio, Nuestra Señora de los Dolores y del Rayo, San Juan Evangelista y Nuestra Señora del Buen Fin.
BENJAMÍN PORTERO DUQUE
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