El pasado jueves, víspera de la solemnidad del Día de Todos los Santos, se le comunicaba a mi madre que su primo hermano Pepe había fallecido trágicamente en su casa de Alfafar, en la Comunidad Valenciana, a consecuencia de la terrible DANA.
A modo de homenaje, quiero recordar que el montillano José Solano Algaba poseía una vivienda, desde hace muchos años, junto a su esposa -también montillana, al igual que toda la familia de ambos-, en el Barrio del Gran Capitán de Montilla, a la cual les gustaba ir en fechas especialmente señaladas, como en Semana Santa, cuando su salud se lo permitía.
Trabajador ya jubilado de la empresa automovilística FORD en Valencia, nuestro querido primo Pepe llegó a vivir, por motivos laborales, incluso en Alemania, así como en Montilla, Asturias y principalmente en Valencia. En Montilla vivió, durante algunos años, de niño, en casa de mis abuelos maternos, junto a mi madre, en el Barrio de Santa María, a escasos metros de la Cruz de Arbón.
He querido acompañar la trágica noticia junto a la información de Cáritas Diocesana de Córdoba que se me remitía en el mediodía del pasado viernes desde la Parroquia de San Sebastián de Montilla, al ser el templo al que pertenecemos en nuestra tierra natal y donde se casaron mis padres, donde tuve el privilegio de bautizarme y tristemente donde tuvieron lugar los funerales de mis abuelos maternos Miguel y Lola. Y por qué no decirlo también, en el barrio donde tiene su casa en Montilla mi hermana, junto al Llanete de la Cruz y de nuestra Parroquia de San Sebastián.
En los próximos días, tendrá lugar el funeral por el descanso del montillano José Solano Algaba en la tierra en la que residía, en Alfafar, muerto de manera tan trágica, siendo tan joven, y viviendo, también en Valencia, su madre, siendo la única de los hermanos y hermanas de mi abuela materna con vida. Descansa en paz.
BENJAMÍN PORTERO DUQUE
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