10.6.25

Acudimos a la salida extraordinaria de Jesús de Medinaceli en la tierra natal de Miguel de Cervantes

En la tarde del pasado sábado, nos desplazamos desde Guadalajara, capital en la que residimos, hasta la vecina ciudad de Alcalá de Henares, situada a unos 26 kilómetros de distancia, en la Comunidad de Madrid, para asistir a la salida extraordinaria de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Medinaceli, con motivo de la celebración del medio siglo de la bendición de la sagrada imagen, que procesiona cada Jueves Santo.


Rememorando aquellos años en los que cursamos nuestros estudios universitarios en Alcalá de Henares, llevamos a cabo, en parte, el mismo recorrido que nos llevaba en aquella época desde Guadalajara, a la estación de tren, y de ahí hasta la Facultad y viceversa.

A medio camino, llegamos en la tarde del pasado sábado a la que fue sede de la Cofradía Complutense de la Real e Ilustre Esclavitud de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Medinaceli, María Santísima de la Trinidad y San Juan Evangelista, la Iglesia de San Bernardo del antiguo Convento de las Bernardas, situada en la plaza del mismo nombre, desde donde se celebró la solemne procesión extraordinaria, iniciándose la salida del cortejo del templo a partir de las 19.30 de la tarde, tras la celebración de la sagrada eucaristía, acompañada de su Banda, la Agrupación Musical Jesús de Medinaceli de Alcalá de Henares, recorriendo las calles del centro histórico.

Una ocasión más, nos percatamos lo impoluta que está Alcalá de Henares, de más de 200.000 habitantes, integrada como una de las 15 ciudades Patrimonio de la Humanidad que existen en España, al igual que Córdoba, entre otras, y que se encuentran declaradas Patrimonio Mundial por la UNESCO.

De este modo, tal y como destaca Turismo de Alcalá de Henares, se cumplen tres criterios y su declaración como Patrimonio Mundial de la Humanidad se fundamenta en que fue la primera ciudad diseñada y construida como sede de una universidad, en su condición primer modelo de Ciudad de Dios, 'Civitas Dei', en la tierra y en su aporte al desarrollo intelectual de la humanidad, en especial en los avances lingüísticos y en la definición del idioma español, y por supuesto a través de Cervantes y su gran obra Don Quijote.


Así, cuando la comitiva pasó por las inmediaciones del Teatro Cervantes, abandonamos por unos instantes la procesión extraordinaria, para volver a visitar, a escasos metros de distancia, desde la calle Mayor, el Museo Casa Natal de Miguel de Cervantes.

En una emotiva procesión en la que no faltaron las 'petalás', la comitiva discurrió, por ejemplo, además de por distintos templos y colegios, por la misma puerta de la Facultad de Derecho y rodeó la impresionante sede central de la Universidad de Alcalá de Henares.

Escoltaron al trono de Jesús de Medinaceli miembros del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil y los veteranos paracaidistas y del CIR número 2 de la ciudad, acompañando además al mismo, las autoridades militares de la Brigada Paracaidista (BRIPAC) de Alcalá de Henares, la alcaldesa de la ciudad y miembros de la Corporación Municipal, así como representantes de hermandades, entre otros.

Al filo de la medianoche, Nuestro Padre Jesús Nazareno de Medinaceli regresaba a la Iglesia de San Bernardo, junto al espectacular Palacio Arzobispal y al Museo Arqueológico y Paleontológico, con el tiempo justo y necesario para, quien suscribe, coger el penúltimo tren de la noche de Cercanías de regreso a Guadalajara, realmente contento por haber disfrutado tanto de una gran procesión extraordinaria, junto a la bellísima imagen del Señor de Medinaceli, y de tan hermosa ciudad, como es Alcalá de Henares. Sin duda, volveremos pronto.
 











































































REPORTAJES: BENJAMÍN PORTERO DUQUE

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