Memorable víspera y solemnidad del Corpus Christi la que tuvimos el privilegio de vivir, por segundo año consecutivo, en Córdoba. De este modo, debido a las altas temperaturas, la Hermandad Sacramental de Nuestro Padre Jesús de la Fe en su Sagrada Cena se vio obligada a modificar, el pasado sábado, día 21 de junio, el horario de traslado de ida del paso de misterio, retrasándolo una hora, desde su Parroquia del Beato Álvaro a la Santa Iglesia Catedral de Nuestra Señora de la Asunción, iniciándose el cortejo a las 20.30 de la tarde.
Acompañado por su Banda, la Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús de la Fe en su Sagrada Cena, el paso de misterio realizaba su entrada en el principal templo de la Diócesis de Córdoba, por la Puerta del Perdón, a las 22.45 de la noche, tal y como estaba previsto tras la modificación horaria.
Así, escasas horas antes de la solemne procesión del Corpus Christi, visitamos, en la tarde del pasado domingo, día 22 de junio, la Santa Iglesia Catedral de Nuestra Señora de la Asunción. Como curiosidad, la impresionante Santa Custodia de Arfe se encontraba situada este año junto al retablo de relieve policromado del Beato Padre Cristóbal de Santa Catalina, fundador de las Hospitalarias de Jesús Nazareno Franciscanas de la capital cordobesa.
Tras el triduo eucarístico, tenido lugar, en la Santa Iglesia Catedral, los días 19, 20 y 21 de junio, a partir de las 9.30 de la mañana, como preparación espiritual, y la celebración de la sagrada eucaristía, el domingo, día 22, a las 18.30 de la tarde, presidida por el Obispo de Córdoba, Jesús Fernández, y concelebrada por el Cabildo Catedralicio y el clero de la ciudad, se iniciaba, a las 19.30, la solemne procesión del Corpus Christi, teniendo lugar igualmente la salida por la Puerta del Perdón.
Acompañaron musicalmente a la comitiva la Banda de Cornetas y Tambores Nuestra Señora de la Salud de Córdoba, encabezando la misma; la Banda de Música Tubamirum de la localidad cordobesa de Cañete de las Torres, tras el paso de misterio de la Hermandad Sacramental de la Sagrada Cena; y, tras el Santísimo Sacramento, puso sus sones la Banda de Música Nuestra Señora de la Estrella de Córdoba. Igualmente formaron parte de la amplia comitiva de su Divina Majestad un grupo de militares del Cerro Muriano de Córdoba.
La celebración en Córdoba de la "solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo, uno de los momentos litúrgicos más significativos del año", es "organizada por la Diócesis, el Cabildo Catedralicio y la Agrupación de Hermandades y Cofradías, marcada por el recogimiento, la participación activa de las hermandades y una manifestación pública de fe, centrada en la presencia real de Cristo en la Eucaristía", tal y como resaltó la propia institución cofrade.
En honor al paso del Señor Sacramentado, las hermandades de la ciudad instalaron numerosos altares eucarísticos, distribuidos a lo largo del itinerario de la solemne procesión, como fueron los de las hermandades de las Penas de Santiago, Soledad, Remedio de Ánimas, Amor, La Pasión, Huerto, Misericordia, Presentación al Pueblo, Carmen de Puerta Nueva, Carmen de San Cayetano y el de las hermandades del Vía Crucis, Santa Faz y Perdón.
Precisamente, en este último altar se conmemoró el décimo aniversario del traslado y visita de María Santísima de la Sierra de Cabra a la capital cordobesa, con motivo de la Magna Mariana Regina Mater, que conmemoraba el 775º aniversario de la consagración al culto cristiano de la Mezquita-Catedral de Córdoba.
Con tal motivo, la Real Archicofradía de la Patrona y Alcaldesa Perpetua de Cabra, junto con la Parroquia de La Trinidad de Córdoba, la Agrupación de Devotos de la Virgen de la Sierra de la capital cordobesa y las cofradías citadas anteriormente de dicha comunidad parroquial, dispusieron dicho altar, presidido por el estandarte de María Santísima de la Sierra, en acción de gracias por los abundantes frutos que produjo y sigue produciendo aquella histórica presencia de la Santísima Virgen en Córdoba, tal y como nos informaba la propia corporación egabrense.
En una jornada eucarística de reverencia y fervor, la Agrupación de Cofradías y Hermandades de Córdoba recordaba, previamente, que "toda adoración sincera al Señor ha de traducirse en servicio a los hermanos. ¡Alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar!", concluía.
Sin duda, en una tarde-noche memorable, disfrutamos de la solemne procesión del Corpus Christi, no solamente en el incomparable marco de la Santa Iglesia Catedral y de su entorno, sino también por lugares tan emblemáticos como la calle Claudio Marcelo, siendo desde el Templo Romano, tras sus obras de rehabilitación, desde donde nos deleitamos con el ascenso del paso de misterio de Nuestro Padre Jesús de la Fe en su Sagrada Cena, en dirección hacia la Plaza de las Tendillas.
Con el monumento en honor al montillano Gonzalo Fernández Córdoba, El Gran Capitán, como testigo de excepción, la solemne procesión del Corpus Christi atravesaba la emblemática Plaza de las Tendillas, de regreso a la Santa Iglesia Catedral de Nuestra Señora de la Asunción.
Tras la entrada de la Santa Custodia de Arfe en su templo, ante Nuestro Padre Jesús de la Fe y su apostolado en el Patio de los Naranjos, la Hermandad Sacramental de la Sagrada Cena iniciaba el regreso a su Parroquia del Beato Álvaro, alrededor de las 22.45 de la noche, siendo acompañado musicalmente el paso de misterio de nuevo por su Banda: la Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús de la Fe en su Sagrada Cena.
Continuaba, sin duda alguna, ahora sí en sentido estricto, 'el sueño de los despiertos', acompañando a Nuestro Padre Jesús de la Fe en su Sagrada Cena de regreso a su sede canónica, poniendo así el broche de oro, y de qué manera, a la celebración de la solemnidad del Corpus Christi en Córdoba.
Para tan señalada ocasión, el Señor lució "túnica de terciopelo burdeos, mantolín de terciopelo blanco y cíngulo de cordón de oro". Por su parte, el exorno floral del paso de misterio estuvo "compuesto por flor de tonalidad blanca, entre las que destacan, entre otras variedades, claveles, rosas, orquídeas cymbidium, así como flores de cardo y uvas naturales".
Si bien la entrada en su templo del misterio de la Sagrada Cena se produjo a las 00.45 de la medianoche, a quien suscribe le quedaban todavía 45 minutos andando hasta el Barrio de San Lorenzo, y dormir escasas horas, para regresar a Guadalajara, donde resido, con el turno en el trabajo cambiado, en un nuevo favor que tuvimos que volver a pedir a la empresa, con el fin de poder vivir tan mágicos momentos cofrades en Córdoba.
Encuentro Jubilar Diocesano con procesión eucarística con la Santa Custodia de Arfe
Se abre el plazo de inscripción para dicho encuentro. Tendrá lugar el 4 de octubre, a caballo entre el Colegio Trinidad, la Parroquia Beato Álvaro de Córdoba y la Plaza de Toros.
La Diócesis de Córdoba se encuentra inmersa en la preparación de un nuevo Encuentro Jubilar Diocesano, una cita que rememorará al Gran Encuentro Diocesano de Laicos que se celebró el 7 de octubre de 2017 y que congregó a fieles, grupos y movimientos de toda la Diócesis. En esta ocasión, la convocatoria estará presidida por el Obispo de Córdoba, monseñor Jesús Fernández, y se dividirá en tres partes.
Por un lado, comenzará el Encuentro sinodal por la mañana, en el Colegio Trinidad, donde unas mil personas presentarán las realidades eclesiales y estados de vida a las que pertenecen, a las 10.00. La Delegación de Juventud dirigirá la oración con la que se inaugurará la jornada y acto seguido comenzará la ponencia general a través de testimonios en el pabellón del colegio.
Por la tarde, habrá una procesión eucarística con la Custodia de Arfe, en la que estarán presentes hermandades y cofradías, asociaciones y secciones de ANE y ANFE de toda la Diócesis, a las 18.30, desde la Parroquia Beato Álvaro de Córdoba. Mientras tanto, la Plaza de Toros estará preparada para ser el escenario en el que se reúnan todas las realidades de la Diócesis cordobesa, para la celebración de la Eucaristía, a las 20.00, y un concierto festival a las 21.00, con el que se pondrá el broche final al encuentro.
El objetivo de la cita es “vivir la experiencia de la vida de la Iglesia, disfrutar de su belleza entre nosotros”, explican los organizadores del encuentro, quienes han hecho un llamamiento a las personas que deseen participar como voluntarios durante el EJD2025. Aquellos que deseen formar parte del equipo de voluntariado, deberán realizar su inscripción en el siguiente enlace, al que puedes acceder pulsando aquí.
¿Cómo puede participar el laicado?
Desde la Delegación de Apostolado Seglar, encargada de la organización de esta cita, se ha pedido a los fieles que comiencen ya a realizar su inscripción a través del siguiente enlace, pulsando aquí. Habrá distintas modalidades de inscripción tanto para las personas que participarán en la jornada de la mañana, para los grupos participantes en la procesión eucarística y para la celebración de la tarde en la Plaza de Toros.
Las inscripciones deberán realizarse antes de día 7 de septiembre, tal y como informa la Diócesis de Córdoba.
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