En la tarde del pasado sábado, nos desplazamos desde Guadalajara, capital en la que residimos, hasta la vecina ciudad de Alcalá de Henares, situada a unos 26 kilómetros de distancia, en la Comunidad de Madrid, para asistir a la salida extraordinaria de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Medinaceli, con motivo de la celebración del medio siglo de la bendición de la sagrada imagen, que procesiona cada Jueves Santo.
Rememorando aquellos años en los que cursamos nuestros estudios universitarios en Alcalá de Henares, llevamos a cabo, en parte, el mismo recorrido que nos llevaba en aquella época desde Guadalajara, a la estación de tren, y de ahí hasta la Facultad y viceversa.