La Casa Museo del Inca Garcilaso acogerá mañana, a partir de las 20.30 de la tarde, la primera de las dos conferencias promovidas por la Delegación de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Montilla, en colaboración con la Centuria Romana Munda, acerca de la localización de la batalla de Munda, un litigio bélico que libraron los hijos de Pompeyo con los seguidores de Julio César el 17 de marzo del año 45 a. C.
La ubicación de la Batalla de Munda centrará unas jornadas históricas que arrancan mañana
En la primera de las ponencias, el profesor de Historia, Antonio Martínez, ahondará en la teoría que niega que la histórica batalla se desarrollara en las inmediaciones de Montilla. Y es que, para algunos historiadores, el enfrentamiento pudo llevarse a cabo en torno a Santaella o, incluso, cerca de Osuna o Málaga.
La segunda conferencia, que tendrá lugar el lunes 17 de marzo, se desarrollará a partir de las 20.30 de la tarde en el salón de actos de la Casa de los Romanos y correrá a cargo del periodista y escritor Julio Merino, quien defenderá que la batalla de Munda tuvo lugar en Los Llanos de Vanda, un enclave que hoy se sitúa dentro del término municipal de Montilla.
Tal y como destacó el teniente de alcalde de Promoción Social y Cultural del Ayuntamiento de Montilla, José Repiso, la segunda conferencia coincidirá con la conmemoración del 2.059º aniversario de la batalla.
Las Jornadas sobre Munda, que partieron como iniciativa del Área de Cultura del Ayuntamiento de Montilla, fue trasladada a la Centuria Romana Munda que, de inmediato, aceptó la propuesta de colaborar en esta actividad debido al "compromiso que tenemos con la tradición, con la cultura y con los eventos que se desarrollan en Montilla, con el fin de promover y divulgar el conocimiento de nuestra ciudad", en palabras del presidente del colectivo, José Miguel Raya.
La Batalla de Munda
La Batalla de Munda se saldó con la victoria de los ejércitos de Julio César sobre los pompeyanos. El conflicto enfrentó a las tropas de Tito Labieno con los hijos del difunto Pompeyo el Grande, Cneo y Sexto, en las llanuras cercanas a la antigua colonia romana inmune de Munda.
Se trató de la más peligrosa y difícil de las batallas de César, así como la última batalla de la Segunda Guerra Civil Romana. No en vano, Julio César llegó a pensar, incluso, en suicidarse en su momento más crítico.
El dictador presentó batalla en un terreno desfavorable en grado sumo, al tener que atravesar un torrente y subir la elevada colina donde se había fortificado Pompeyo el Joven. Sin embargo, la ferocidad con la que combatió la Legio X Equestris (futura Gemina) evitó que los cesarianos fueran rodeados y permitió que desplegaran su caballería.
Tito Labieno trasladó entonces sus tropas para interceptarlos, pero el movimiento fue interpretado por el resto de los pompeyanos como el inicio de la retirada, lo que precipitó el desastre. Después de esta sangrienta victoria y la muerte de los líderes de la factio pompeyana, César pudo regresar a Roma y ser investido con la dictadura perpetua.
Su posterior asesinato, menos de un año después de la batalla, inició el proceso que pondría en marcha la Tercera Guerra Civil y llevaría a su sobrino-nieto, Cayo Julio César Octaviano, a convertirse en princeps, el primer emperador romano.
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