Tal y como anunciábamos el pasado lunes, hoy viernes, día 8 de agosto, a partir de las 20.00 de la tarde, tendrá lugar, en la Iglesia del Convento de Santa Clara de Montilla, un Solemne Triduo en Honor de la Seráfica Madre Santa Clara, Titular de dicho Templo, que será celebrado, igualmente por sus hijas, con el mismo horario, el sábado 9 y el domingo 10 del presente mes. Preside la Sagrada Eucaristía de dicho Triduo el reverendo padre don José Luis Moreno Modelo, capellán de esta comunidad, suprimiéndose, de esta manera, la Misa del próximo domingo de las 9.00 de la mañana.
El lunes 11 de agosto, Solemnidad de la Seráfica Madre Santa Clara, tendrá lugar, a partir de las 20.00, una celebración solemne, donde se darán a venerar sus sagradas reliquias.
Las intenciones del Triduo y de la Festividad de Santa Clara serán: por la paz, por los enfermos, por todos los jóvenes y por las vocaciones de la vida consagrada, para cada uno de los días, respectivamente.
La Imagen de Santa Clara, que se encuentra el resto del año en el retablo mayor de la Iglesia del mencionado Convento, se trata de una talla policromada. Viste túnica, escapulario y capa abierta que cae en pliegues paralelos. Sostiene en sus manos sus atributos característicos: la custodia -de farol- y el báculo.
La vida de Santa Clara
Clara de Asís es una de las grandes mujeres de la Historia. Hija de una familia noble italiana, nace en 1194. Su padre la quería casar y ella decidió consagrarse a Jesucristo. Años más tarde escribía: "Jesús es el más hermoso entre los hijos de los hombres. Su amor es más tierno y sus caricias más elegantes. Amándole, se es casta, abrazándose se es virgen".
Supo romper con los moldes establecidos y emprender un nuevo estilo de vida junto a Francisco de Asís. Dio a la mujer de la Edad Media la capacidad de decidir sobre su propia vida: de ser ella misma.
En el camino personal de Clara hay una historia de fidelidad a su institución evangélica: vivir con sencillez y en pobreza el Santo Evangelio siendo Iglesia.
Clara de Asís entrega su alma a Cristo en 1253. Su obra supuso la renovación de la vida religiosa femenina. Su clausura se hizo apertura al mundo y su vida oculta se convirtió en un espejo para las demás desde la oración y la libertad.
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