Tal y como dice el Evangelio, un grupo de mujeres seguían al Señor y los doce apóstoles para atenderles. Entre ellas se encuentra María de Salomé, muy vinculada a la Virgen, Santa María Magdalena y Santa María de Cleofás.
Santa María de Salomé, obra de Antonio Bernal
Santa María de Salomé tenía tanto amor por Jesucristo que le siguió hasta el Calvario con Santa María Magdalena y María, madre de Santiago. Así, en el momento en que los discípulos abandonaban al Salvador, esta santa mujer le permaneció fiel. Ella proporcionó perfumes para ungir el cuerpo de Jesucristo. El domingo, muy de mañana, fue al Santo Sepulcro con sus dos compañeras: Santa María Magdalena y Santa María de Cleofás. Allí, encontraron a un ángel que les anunció la Resurrección del Señor.
Según la interpretación tradicional cristiana de los textos evangélicos, Santa María de Salomé habría sido la madre de los apóstoles Santiago el Mayor, patrón de España, y San Juan Evangelista. Se cree que ella es la hermana de María, la madre de Nuestro Señor Jesucristo, por el versículo 19:25, según San Juan.
"Estaban junto a la Cruz de Jesús su madre, y la hermana de su madre, María, mujer de Cleofas, y María Magdalena".
En la iconografía se le representa junto al grupo de mujeres que acompañaban a la Virgen junto a la Cruz. Algún cuadro también le representa escuchando el anuncio de la Resurrección de boca del ángel.
En Montilla procesiona, cada Domingo de Resurrección, junto a Santa María Magdalena y Santa María de Cleofás, en la Estación de Penitencia de la Hermandad del Santísimo Cristo Resucitado y Nuestra Señora de la Paz. A lo largo de todo el año, las cinco Imágenes que conforman la Cofradía reciben culto, en su nueva capilla, en la Parroquia de Santiago Apóstol.
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