22.3.15

Finito de Córdoba pregona la Semana Santa de la capital


Noche de Pregón

Prácticamente lleno en el Gran Teatro. La Banda de María Santísima de la Esperanza de Córdoba abrió un acto que estaba encaminado a anunciar la inminente Semana Santa. Se interpretaron las marchas 'María Santísima de la Esperanza', 'Virgen de los Dolores', 'Virgen de los Ángeles' y 'Saeta cordobesa', dirigida por Rafael C. León.


A continuación, Rafael Cremades, pregonero del año 2014, realizó una semblanza de la vida del pregonero, destacando sus aspectos más humanos y sentimentales.

Llegó el turno del pregón. Juan Serrano comenzó su alocución destacando su amor por Córdoba y sus tradiciones: "Yo amo a Córdoba con exquisita fidelidad, participando de sus tradiciones, asumiendo sus conflictos. Amo a mayo por encima de todo y amo a mi Semana Santa, amo nuestra historia, cada rincón de arte y de silencio. [...] Mi pregón, queda dicho, es el pregón de un cordobés que está orgulloso de serlo. Tanto, y ya lo dije en más de una ocasión, como de haber nacido en Sabadell, tierra a la que mis padres les llevó la lucha por sacar adelante sus vidas y la de la familia que iban formando. Tierra en la que, además de familiares, tengo grandes amigos que hoy, seguro, estarán contentos de mi presencia aquí, y a los que nunca olvido y siempre llevo en el corazón. Mi pregón es el de un hombre al que de niño le asaltó la vocación torera. El paso del tiempo se encargó de unirme para siempre a la profesión más bella del mundo, la que me ha permitido expresarme, dar rienda suelta a lo más hondo de mi ser, hacer lo que siento, lo que corazón y alma me dictan, y ser fiel a todo eso desde el origen hasta el día de hoy. Y créanme que así seguirá siendo en el futuro. Fidelidad a un concepto, a una creencia, a una fe que será siempre el estandarte de mi vida personal, torera y cristiana. Una fidelidad a prueba de sinsabores, de momentos malos, esos en los que son pocos los que alcanzan a comprender las circunstancias. Fidelidad que me ha permitido ser feliz y hacer disfrutar a mucha gente a lo largo de casi treinta años".


También realizó un repaso por las distintas hermandades de la Semana Santa, nombrando todas las advocaciones de forma enlazada: "Coronando de Espinas al Señor y regalándonos la presencia de su Madre Bendita de la Merced, llegará el Lunes Santo. Y nos lo presentará ante Caifás, Redención de toda Córdoba, que también se sentirá burlada y despreciada, pero que seguirá caminando tras Él, guiada por su grandeza. Grandeza del Señor de los Reyes que vendrá a nosotros abrazando su Cruz, seguido de la Madre Santa de Dulce y Bendito Nombre. Y tampoco faltará la Estrella, la más sublime de todo el firmamento, que brilla como también lo hace Gracia y Amparo tras su Hijo, que en San Nicolás será sentenciado a muerte. Sentencia cobarde, injusta y arbitraria, como tantas veces en la vida sucede, padecemos y hacemos padecer".

Serrano terminó el pregón deteniéndose en las dos imágenes que son sus máximas devociones: Jesús Caído y la Virgen de los Dolores: "Señor, tu caída es una lección para nuestras vidas. Por eso siempre, en mi trayectoria humana y torera, tuve presente que tenía que valorarme más por las veces que me levantara que por las que cayera. Fueron muchas las ocasiones en las que caí y tardé en ver la luz al final del túnel. Pero siempre surgió tu ejemplo, tu faro para guiar mi vida. Señor, Jesús Caído, nos enseñas que no estamos solos, que Tú nos acompañas. Y sabemos que, abrazando tu Cruz, la nuestra será más llevadera y ligera. Caminaremos siempre contigo en la hora de los amargos desengaños, porque eres el único que puedes aliviar nuestro cansancio y nuestra pena, porque Tú, rodilla rendida pero no vencida, eres ejemplo de humildad y fortaleza, de ternura y comprensión, de amor y entrega sin límites.[...] Conocerte, Señora, ha sido uno de los mejores muletazos que yo haya dado en esta vida. Porque cuando se torea, la mayoría de los lances, la mayor parte de los pases, se los lleva el viento. Sólo unos pocos se instalan en nuestra memoria, sólo los que acumulan verdadera pureza. Esos que pellizcan el alma, que salen de dentro en uno de esos instantes en que se para el tiempo. A veces, un muletazo nos hace estremecer, a quien lo contempla y también a quien consigue ese fugaz momento de inspiración. Son sensaciones que tengo muy marcadas en mi vida, que las he vivido mientras toreo de la misma forma que al verte, meciéndote amorosamente, mi Virgen de los Dolores, como se mece la muleta del toreo eterno".


El pregón concluyó con una oración ante la capilla instalada en el escenario y una coreografía final en la que se incluyeron lances de torero y baile flamenco.

La cena posterior, en el hotel Córdoba Center, deparó la entrega al Cofrade Ejemplar de 2015 de su merecido reconocimiento por parte de la Agrupación así como de diversos recuerdos para el pregonero. Intervinieron el vicepresidente de la Diputación, Salvador Fuentes, la concejal Carmen Sousa y el presidente de la Agrupación de Cofradías, Francisco Gómez.


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