Entre los numerosos sacerdotes que asistieron al acto, destaca Manuel Osuna, capellán de la Virgen, que ese día llevaba en sus manos la bula que concedía la coronación canónica.
Tal día como hoy de hace 69 años, María Santísima de Araceli, patrona de Lucena y del Campo Andaluz, y una de las advocaciones marianas más importantes de toda la provincia de Córdoba, fue coronada canónicamente, la primera en hacerlo en toda la Diócesis, durante una Misa Pontifical. Una fecha, el 2 de mayo de 1948, que quedó grabada en la historia de Lucena, y en la que el pueblo refrendó su incondicional amor hacia María Santísima.
El acto estuvo presidido por el Cardenal Arzobispo de Sevilla, Pedro Segura y Sáez, asistido por los obispos de Córdoba, monseñor González Menéndez-Reigada; de Granada, monseñor Santos Oliver; Jaén, monseñor García y García de Castro; y Cádiz, monseñor Gutiérrez.
Acudieron al acto otras personalidades, como el ministro de Agricultura, Carlos Rein; el gobernador militar de Sevilla, Martín Prat; el gobernador civil y jefe provincial del Movimiento, Alfonso Ortí; el jefe del Sindicato Nacional del Aceite, Rodríguez Gimeno; el presidente de la Diputación de Córdoba, Enrique Salinas; el presidente de la Audiencia, Antonio Rueda; el delegado provincial de Hacienda, Luis Vela; el fiscal de Tasas, Luis Álvarez; el alcalde de Córdoba, Rafael Salinas; así como la Corporación Municipal de Lucena en pleno, presidida por el alcalde José de Mora Escudero, que junto al gobernador civil de la provincia fueron los encargados de llevar, sobre bandejas de plata, las coronas de coronación. Entre los numerosos sacerdotes que asistieron al acto, destaca Manuel Osuna, capellán de la Virgen, que ese día llevaba en sus manos la bula que concedía la coronación.
El altar de la coronación se colocó en el lateral derecho de la fachada principal de la Parroquia de San Mateo, en la plaza Nueva de Lucena. Al frente de la cuadrilla de santeros se encontraba Abundio Aragón. En el apartado musical, el acto estuvo amenizado por el Coro Easo, procedente de San Sebastián, que interpretó la Misa de Bartolomeus a cuatro voces, dirigida por el maestro de Capilla de la Catedral de Sevilla, Norberto Almandoz. Al finalizar, se entonó el Himno de la Virgen, tocando el piano el compositor de la música, Luis de Aramburu.
REDACCIÓN / PASIÓN POR MVNDA
TEXTOS Y FOTOS: REAL ARCHICOFRADÍA DE MARÍA STMA. DE ARACELI
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