Las Madres Concepcionistas Franciscanas de la Orden de la Inmaculada de María del Convento de Santa Ana de Montilla reflexionan en el octavo día de la solemne novena en honor a la Inmaculada Concepción de María.
Día octavo
María, hecha tálamo celeste y singular del rey eterno, contempla silenciosamente los misterios de su Hijo, conservando todas las cosas en su corazón. Señor, nosotros también queremos ser contemplativos en la acción, escuchar la Palabra de Dios y conservarla en nuestro corazón para así transmitirla a los demás. Hagamos más silencio en nuestro corazón, más oración, siendo luz y sembrando esperanza a nuestro alrededor.
Oración: Señor Dios nuestro, que por misterioso designio de tu providencia, nos has dado al autor de la gracia por medio de la Virgen María y la has asociado a la obra de la redención humana, concédenos que Ella nos alcance la abundancia de la gracia y nos lleve al puerto de la salvación eterna.
SOR MARGARITA / MONASTERIO DE SANTA ANA
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