5.7.18

Indignación en Granada por el cierre del Convento de las Vistillas que ha provocado la diáspora de sus bienes


El crucificado del Convento de las Vistillas ya no está en el Realejo. La imagen, después de muchos siglos de culto en este barrio, ha abandonado Granada tras el cierre del convento. Hace unos meses se quedaban solas las paredes del recinto, una vez que fueron trasladadas a otros conventos las monjas que allí residían. Ahora, también han salido las numerosas obras de arte que guardaba el recinto.


Aunque la mayoría de esas obras de arte han sido trasladadas a otros conventos de la orden de las clarisas en Granada, como el Convento de la Encarnación, no han faltado piezas que han salido fuera de la provincia. Como suele ocurrir cuando se cierra un convento, las imágenes u objetos que pertenecen a la comunidad religiosa son trasladadas a otros conventos de la misma orden. Eso sí, en ese ‘reparto’ han salido del Realejo algunas imágenes a las que los vecinos le profesaban gran devoción desde hace mucho tiempo, como la Virgen de los Ángeles o el crucificado, que se ha ‘exiliado’ a un templo sevillano.

El crucificado, señala a Ideal el historiador experto en imaginería religiosa y hermandades, Antonio Padial, se trata de una valiosa obra del último tercio del siglo XVI. «No sabemos con exactitud su autor, como ocurre con la mayoría de las imágenes de la época, pero sí que es de un gran valor artístico y de bastante antigüedad».

La Virgen de los Ángeles también ha abandonado el Realejo, a pesar de la fuerte devoción que en torno a ella existía. Aunque en los últimos años el colectivo que daba culto a la imagen se había visto envuelto en distintos problemas, como la suspensión de la procesión por parte del Arzobispado de Granada, lo cierto es que la devoción a la imagen estaba muy asentada en el Realejo, donde cuenta con muchos fieles. Ahora, la Virgen está en el Convento del Santo Ángel, en la calle San Antón. Hasta allí se han llevado numerosos enseres desde el Realejo, y la Virgen de los Ángeles está ya expuesta al culto en una de las capillas.

Pérdida para el barrio

Desde que, hace unos meses, se conocía la noticia del cierre del Convento de las Vistillas de los Ángeles, fundado en 1540 al final de la calle Molinos, los vecinos del barrio vienen lamentando la pérdida que para el patrimonio de la ciudad conlleva este hecho. El fallecimiento de la abadesa del convento precipitó el fin de la actividad, ya que en el convento solo vivían tres monjas de edad avanzada.

Entre los vecinos del barrio, e incluso las redes sociales, se ha especulado con el hecho de que ahora el convento pudiera convertirse en un hotel, aunque lo cierto es que sobre el futuro del recinto nada se sabe.

FERNANDO ARGUELLES / PASIÓN EN SEVILLA
FOTO: CARLOS GIL / GRANADA HOY

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