6.8.19

Este miércoles se iniciará en el Monasterio de Santa Clara el solemne quinario en honor a su sagrada titular


Santa Clara de Asís: "Mírate cada día en el espejo de la pobreza, la humildad y la caridad de Cristo y observa en Él tu rostro".

Las Madres Clarisas del Monasterio de Santa Clara de Montilla iniciarán este miércoles el solemne quinario en honor a la Seráfica Madre Santa Clara de Asís, titular del citado templo, que celebrarán sus hijas y devotos en la iglesia del mencionado convento del 7 al 10 de agosto, a partir de las 19.30 de la tarde, y el día 11 desde las 9.00 de la mañana.


Oficiará la sagrada eucaristía durante los días 7, 8 y 9 de agosto el sacerdote Pedro Juan Martínez Serrano, Delegado Episcopal de Cáritas de la Diócesis de Cartagena. Asimismo, los días 10 y 11 de agosto hará lo propio el sacerdote José Félix García Jurado, rector de la Basílica Pontificia de San Juan de Ávila y párroco de Santiago Apóstol de nuestra ciudad.

La imagen de Santa Clara, que se encuentra en el retablo mayor de la iglesia del mencionado convento, se trata de una talla policromada. Viste túnica, escapulario y capa abierta que cae en pliegues paralelos. Sostiene en sus manos sus atributos característicos: la custodia -de farol- y el báculo. Asimismo, en la hornacina del coro alto de la iglesia existe otra talla bajo esta advocación.

La vida de Santa Clara

Clara de Asís es una de las grandes mujeres de la historia. Hija de una familia noble italiana, nace en 1194. Su padre la quería casar y ella decidió consagrarse a Jesucristo. Años más tarde escribía: "Jesús es el más hermoso entre los hijos de los hombres. Su amor es más tierno y sus caricias más elegantes. Amándole, se es casta, abrazándose, se es virgen".


Supo romper con los moldes establecidos y emprender un nuevo estilo de vida junto a Francisco de Asís. Dio a la mujer de la Edad Media la capacidad de decidir sobre su propia vida: de ser ella misma. En el camino personal de Clara hay una historia de fidelidad a su institución evangélica: vivir con sencillez y en pobreza el Santo Evangelio siendo Iglesia.

Clara de Asís entrega su alma a Cristo en 1253. Su obra supuso la renovación de la vida religiosa femenina. Su clausura se hizo apertura al mundo y su vida oculta se convirtió en un espejo para las demás desde la oración y la libertad.

Además, Santa Clara es un gran referente para el pueblo de Dios, que ve en ella a la mujer y hermana universal que alcanzó a Dios a través de lo cotidiano en la práctica del Evangelio. Es necesario repetir el descubrimiento de Santa Clara, porque es importante para la vida de la Iglesia.

San Juan Pablo II: "Santa Clara fue y sigue siendo protagonista de una maravillosa aventura evangélica. Un estilo de santidad que pasó como soplo del Espíritu". "¡Yo seré siempre vuestra custodia!", dijo el Señor desde la blanca hostia a Santa Clara. Y nosotras seremos, de continuo, Señor, vuestras humildes adoradoras y leales servidoras.


BENJAMÍN PORTERO DUQUE / PASIÓN POR MVNDA

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