19.4.20

Reflexionamos en este II Domingo de Pascua con las Madres Concepcionistas del Monasterio de Santa Ana


Las Madres Concepcionistas Franciscanas de la Orden de la Inmaculada de María del Monasterio de Santa Ana de Montilla, y en concreto Sor Margarita, nos remiten un texto, con sus correspondientes imágenes, con motivo de este II Domingo de Pascua, los cuales reproducimos a continuación.

II Domingo de Pascua: Dichosos los que creen sin haber visto

“Dichosos los que creen sin haber visto”, le dijo Jesús a Tomás. Nosotros somos de los que no hemos visto y creemos. Es simplemente un don. No hemos visto a Jesús y creemos en Él y le amamos con todo el corazón y con toda el alma. No lo hemos visto, pero lo presentimos o lo llegamos a sentir. Por encima de las oscuridades y de las dudas, a pesar de la distancia y de los pecados, sentimos su presencia en nuestra vida, como una luz poderosa, como un aliento continuado, como un amor íntimo y secreto.


Hemos casi escuchado su palabra, cuando habla desde dentro. Hemos casi contemplado su rostro, aunque como en un espejo. Hemos casi palpado sus llagas que aún queman y purifican. No lo hemos visto, pero hemos sentido los efectos de su presencia salvadora y liberadora. No lo vemos, pero estamos totalmente convencidos de que Él nos acompaña, está en nosotros, en lo más íntimo de nuestro ser.

Sabes que nos acompaña en estos momentos duros, cargados de incertidumbre. Esta convicción nos lleva a descubrir su presencia reflejada en las personas que tenemos a nuestro lado en las cosas, en los acontecimientos... Es la imagen del Amado, que se proyecta en todo. ¡Feliz Domingo de la Divina Misericordia! La misericordia del Señor dura por siempre.




SOR MARGARITA / MONASTERIO DE SANTA ANA

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