El propósito de poner en marcha el proyecto educativo en Córdoba, muy deseado por San Ignacio de Loyola, se hizo realidad el 11 de diciembre de 1553 con un solemne acto de apertura, gracias al impulso de San Juan de Ávila y al patrocinio de doña Catalina Fernández de Córdoba, marquesa de Priego y su hijo, don Antonio Fernández de Córdoba.
...Y es cierto que tiene mucho que contar... Con el estudio y escaneado láser en 3D de la imponente escalera imperial, probablemente el elemento más destacado de su patrimonio histórico-artístico, el Colegio Diocesano La Inmaculada cumple el primero de una serie de pasos que esta institución pretende dar con el objetivo de llevar a cabo la gradual recuperación y puesta en valor de su patrimonio material e inmaterial.
Las Reales Escuelas Pías de La Inmaculada Concepción, recientemente reconocida, entre otras materias, como una de las más antiguas instituciones educativas de Andalucía y de España, recoge el legado de la que fue la primera fundación jesuita en Andalucía: el Colegio de Santa Catalina de la Compañía de Jesús.
El propósito de poner en marcha el proyecto educativo en Córdoba, muy deseado por San Ignacio de Loyola, se hizo realidad el 11 de diciembre de 1553 con un solemne acto de apertura, gracias al impulso de San Juan de Ávila y al patrocinio de doña Catalina Fernández de Córdoba, marquesa de Priego y su hijo, don Antonio Fernández de Córdoba. En palabras de Francisco de Borja, más adelante conocido como San Francisco de Borja, “en ninguna ciudad la Compañía había sido acogida con tantas muestras de benevolencia”.
Tomar conciencia de la importancia que nuestro centro escolar ha tenido durante más de 500 años y del valioso patrimonio material e inmaterial que atesora, en palabras del director del colegio, Enrique Muñoz, representa un gran estímulo, pero a la vez una enorme responsabilidad.
No en vano, somos los herederos de una institución educativa que ha sido un verdadero referente para la historia de la educación en toda nuestra geografía. Por las aulas de nuestro colegio, regentado a lo largo de la historia, además de por la fundación jesuita, también por los Hermanos Maristas y por los Padres Escolapios durante varias décadas, han pasado decenas de generaciones de alumnos, algunos de los cuales han acabado convirtiéndose en insignes personalidades ilustres de nuestra sociedad.
Nosotros, como miembros actuales de la Fundación Diocesana de Enseñanza Santos Mártires de Córdoba [U1], no sólo aceptamos ahora el compromiso, sino que queremos ser continuadores de un proyecto educativo que debe necesariamente mirar al futuro y a sus desafíos, pero conscientes de la importancia de nuestro pasado y de nuestra historia que merece ser conocida y puesta en valor.
Centrándonos en la primera de las diferentes líneas de actuación que el centro irá dando a conocer en las próximas fechas, Giuseppe Palmieri, arqueólogo-conservador y profesor del colegio, ha coordinado el trabajo de toma de datos llevado a cabo por Carlos Roldán, de la empresa Alfa Geomática. Somos conscientes de la enorme importancia de los elementos materiales e inmateriales que componen el acervo patrimonial de nuestro colegio, dice Giuseppe Palmieri.
Realizar un modelo en 3D con estas características nos permite contar con una documentación gráfica digital, muy útil para la investigación e indispensable para intervenir en este bien cuando factores inevitables, como un posible accidente o simplemente el paso del tiempo, comprometan su integridad.
Un modelo digital se convierte además en una herramienta insustituible si quisiéramos, por ejemplo, gracias a la impresión en 3D, realizar un modelo a escala reducida –idéntico al original- para investigar algunos detalles en concreto o para que los invidentes puedan, gracias al tacto, apreciar las características arquitectónicas del monumento.
Por otro lado, Carlos Roldán ha querido destacar las características técnicas del trabajo realizado gracias a una tecnología que permite capturar 360.000 puntos por segundo, generando un modelo 3D con precisión milimétrica.
El archivo resultante contendrá una gran cantidad de datos extremadamente útiles para muchos posibles usos en el presente, pero también para preservar esta misma información para futuras aplicaciones que a lo mejor aún no somos capaces de imaginar.
Esta primera actividad, según comparten los responsables de esta iniciativa, ya deja entrever los ambiciosos objetivos de un proyecto de más amplio espectro: “Refleja nuestra forma de entender la misión educativa y la utilidad social de los restos materiales e inmateriales de nuestro pasado, elementos vivos que encarnan los valores que hoy están a la base de nuestra identidad y que queremos reafirmar con nuestro trabajo y transmitir a las generaciones venideras”.
Tratándose, como lo es, de historia viva de Córdoba, quedamos emplazados desde ya, a desgranar los próximos capítulos de este interesante proyecto. La recompensa y la expectación generada bien vale el esfuerzo y la dedicación invertidas.
REDACCIÓN / PASIÓN POR MVNDA
FOTOS: COLEGIO LA INMACULADA
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