El Obispo de la Diócesis de Guadix recibió este reconocimiento rodeado de multitud de villafranqueños y el Obispo de Córdoba.
Villafranca de Córdoba vivió el pasado viernes, 2 de septiembre, un día que quedará para la historia de la localidad. El actual Obispo de Guadix, monseñor Francisco Jesús Orozco, quien fuera vicario parroquial de San Francisco Solano de Montilla, recibió la máxima distinción que puede recibir un vecino de la localidad: el de Hijo Predilecto.
Autoridades y diversos sacerdotes, entre los que se encontraba el Obispo de Córdoba, monseñor Demetrio Fernández, acudieron al acto que tuvo lugar en la Parroquia de Santa Marina de Aguas Santas en el marco de la novena a Nuestra Señora de los Remedios, Patrona de la localidad, y justo el día en que monseñor Francisco Jesús Orozco presidía la celebración.
Ante un templo abarrotado de fieles, el Obispo de Guadix desgranó en su homilía un canto a la vida, encendiendo una luz a la esperanza y animando a los poderes públicos a invertir en cuidados paliativos y en las necesidades más urgentes de la sociedad.
Uno de los momentos más especiales del acto se vivió precisamente al culminar la homilía y encontrarse con el Obispo de Córdoba, con quien se envolvió en un abrazo ante un efusivo aplauso de los allí presentes. “Fue un momento maravilloso de gozo, de amistad, de hermanos, bajo la atenta mirada de la Virgen”, resaltan los fieles.
Tras la Misa, continuó el acto de reconocimiento y la entrega de la medalla de Hijo Predilecto de Villafranca de manos del alcalde, Francisco Palomares, el cual expuso el complejo proceso que conlleva tal distinción, a la vez que hizo un recorrido por la vida de este Obispo villafranqueño. Seguidamente, monseñor Francisco Jesús Orozco, sumamente emocionado, departió con los presentes relatando sus recuerdos y las muestras de gratitud hacia un pueblo y unos espacios que lo vieron crecer, tal y como informa la Diócesis de Córdoba.
REDACCIÓN / PASIÓN POR MVNDA
FOTOS: DIÓCESIS DE CÓRDOBA
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