Las Bodegas Alvear vivirán el próximo Martes Santo un momento histórico al acoger, de manera extraordinaria, la Salida Penitencial de la Hermandad del Señor en la Santa Cena, María Santísima de la Estrella y Nuestra Señora de las Viñas, cuya sede canónica –la Parroquia de La Asunción-, se encuentra cerrada al culto tras el derrumbe que sufrió el pasado 1 de octubre.
Misterio de La Santa Cena / Foto: Benjamín Portero Duque
Tal y como confirmó ayer la Hermana Mayor de la corporación, Valle Ríos, a través de un comunicado, dicha decisión se ha alcanzado tras haber estudiado "diferentes opciones" que se han terminado descartando habida cuenta de las grandes dimensiones de los dos pasos de la Cofradía, especialmente el que porta al Señor en la Santa Cena y a sus doce apóstoles.
De igual modo, la decisión alcanzada por la Junta de Gobierno de la Hermandad del Martes Santo montillano pretende "rendir honor" a la Historia de la propia Cofradía, así como a la familia Alvear, a la que Valle Ríos ha expresado su agradecimiento, al igual que al Grupo Pérez-Barquero, que también brindó sus instalaciones.
"Desde luego, este año aún más si cabe, podemos decir a boca llena que somos la Hermandad de los bodegueros", ha indicado Valle Ríos, en referencia a la Historia de la Cofradía, fundada en 1956 por un grupo de personas relacionadas con las bodegas, las vides y el vino.
El cambio en el itinerario de la Hermandad del Señor en la Santa Cena, María Santísima de la Estrella y Nuestra Señora de las Viñas no es la única consecuencia del derrumbe que se registró el pasado 1 de octubre en la Parroquia de Nuestra Señora de La Asunción. Y es que, tal y como adelantó Montilla Digital, la Imagen del Señor de la Santa Cena perdió los dos brazos y una de las potencias, de ahí que la Cofradía confiase su restauración al montillano Rafael Castro Portero.
Una Cofradía vinculada a la familia Alvear
La talla del Señor en la Santa Cena, obra del imaginero malagueño Pedro Pérez Hidalgo, fue concluida y policromada en los Talleres Salesianos de Trinidad en Sevilla por el director de la escuela, José María Geronés.
La Imagen fue bendecida el 21 de febrero de 1960 en una emotiva ceremonia promovida por el entonces Hermano Mayor de la Cofradía, Julián Ramírez Pino, durante la que actuarían como padrinos de la Imagen, José María de Álvear Zambrano, y su esposa, Pilar Dávila.
Al igual que ocurrió con Nuestra Señora de las Viñas, la talla fue donada a la Hermandad por Francisco de Álvear, conde de La Cortina, y celebró su primera Estación de Penitencia el Lunes Santo de 1960.
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