24.7.14

Una Procesión presidida por el Santísimo Sacramento servirá de antesala a la reapertura al culto de la Parroquia de La Asunción


Tal y como avanzó hace un mes en primicia Montilla Digital, concretamente el pasado miércoles, día 25 de junio, y que gracias a la gentileza de este periódico publicó igualmente Pasión Por Mvnda, el próximo domingo 27 de julio, a partir de las 20.30 de la tarde, el Obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, presidirá una Misa de Acción de Gracias en la Parroquia de Nuestra Señora de La Asunción con motivo de la reapertura al culto del principal Templo del barrio del Gran Capitán, que el pasado 1 de octubre sufrió el desplome repentino de parte de su cubierta.


Parroquia de Nuestra Señora de La Asunción / Foto: Benjamín Portero Duque

Previamente, en la mañana del próximo domingo, tras la Santa Misa que se celebrará en la Ermita de La Merced a partir de las 11.30, tendrá lugar, a las 12.30, aproximadamente, una Procesión de Traslado del Santísimo Sacramento hasta la Parroquia de La Asunción, según ha anunciado su párroco Javier Algar Ruiz a sus feligreses estos días pasados durante la celebración de la Sagrada Eucaristía.

De este modo, todo estará dispuesto y preparado en la Parroquia de La Asunción, con las Imágenes Titulares de la Hermandad del Señor en la Santa Cena, María Santísima de la Estrella y Nuestra Señora de las Viñas, además de su apostolado y del resto de Imágenes que conforman la Parroquia, como el Santísimo Cristo de la Paz, para la Misa de Acción de Gracias, que contará con la participación del Coro de esta Parroquia.

Durante los últimos días, integrantes de la Hermandad de La Santa Cena y feligreses de este Templo montillano se encuentran trabajando duro para que todo se encuentre culminado de cara al próximo domingo, cuidando con esmero hasta el más mínimo detalle de una Parroquia de La Asunción remozada como si fuese, prácticamente, el día de su inauguración, como el hermoso detalle, entre tantos otros, de la iluminación de la Imagen de la Virgen de la fachada exterior principal de la Iglesia.

De esta forma, el Templo habrá permanecido cerrado al culto cerca de diez meses, lo que no ha impedido que la vida parroquial haya seguido adelante. De hecho, los cultos se trasladaron a un local ubicado en la Ronda del Canillo que comenzó a funcionar como Templo provisional en Navidad.

Con todo, los distintos grupos parroquiales, unidos a la Hermandad del Señor en la Santa Cena, María Santísima de la Estrella y Nuestra Señora de las Viñas no han dejado de promover iniciativas para recaudar fondos con los que sufragar las obras de restauración del Templo matriz, construido en la pasada década de los sesenta a instancias del párroco Antonio Gómez.

Y es que, aunque el Obispado ha asumido el grueso de la actuación, que ronda los 240.000 euros, la propia Parroquia de La Asunción ha debido solicitar un préstamo de 94.000 euros que deberá restituir en un plazo de veinte años. De igual modo, la Diputación libró una ayuda extraordinaria de 20.000 euros.

Las obras, que se iniciaron a finales del pasado mes de febrero, se han centrado en el entejado de todo el Templo y en la sustitución de la cubierta de las dos naves laterales y de las dependencias parroquiales, donde, además, se ha acometido una nueva distribución para la sacristía, los salones para los grupos y la guardería infantil anexa al Templo.

Tras descartar la necesidad de demoler la cubierta de la nave central, las obras también han permitido reforzar esta estructura, que había sufrido menos los problemas de infiltración de agua, que, a juicio de un informe técnico elaborado por el propio Obispado, podría haber causado el desplome de la techumbre más próxima a la calle Conde de la Cortina.

Un Templo contemporáneo

Hasta la reciente edificación en el barrio de El Molinillo de la Ermita de la Sagrada Familia, la Parroquia de Nuestra Señora de La Asunción era el Templo más moderno de Montilla. Sus obras arrancaron en 1962 y se inauguró siete años después, aunque su consagración no tuvo lugar hasta el año 1973.

La Parroquia, que atiende a la numerosa feligresía del barrio del Gran Capitán, cuenta con tres naves con techumbre plana y una cabecera semicircular, cuyo retablo está presidido por el Santísimo Cristo de la Paz, obra del imaginero cordobés Miguel Arjona Navarro, autor también de la talla de María Santísima de la Caridad en sus Tristezas.

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