24.8.14

Olor a vendimia en Montilla


La primera recogida de Europa arrancó el pasado 24 de julio en el marco de Montilla-Moriles. La cosecha de 2014 será un 20% menor a la pasada, pero la calidad de la uva es superior.

Cuando los tractores cargados de uva forman parte de la escena diaria y el aroma a mosto impregna el aire, es tiempo de vendimia en la campiña cordobesa. Una estampa muy común en estos días son las cuadrillas de trabajadores que salen cada mañana en dirección a la viña para dar el jornal. El marco Montilla-Moriles fue el primero de la Unión Europea en el que arrancó la vendimia el pasado 24 de julio y se prolongará hasta finales de septiembre, aproximadamente.

Isidoro Castro es encargado de una viña en la tierras de Montilla. Comenzó la recolección de la uva el día 13 de agosto y su cuadrilla, formada por siete vendimiadores, ya ha recogido 50.000 kilos de uva. "Aproximadamente cada trabajador recoge 900 kilos diarios", cuenta Isidoro, quien añade que "cuando se termine con estas tierras, se habrán recogido unos 68.000 kilos de uva, algo menos que el año pasado, ya que en 2013 tuvimos una cosecha magnífica".

Las cepas son de la variedad Pedro Ximénez y están destinadas a la pasera, por lo que "su precio se incrementará aproximadamente un 10% más", afirma Isidoro. El kilo de uva se está comprando alrededor de los 0,36 céntimos de euro, y en la variedad Pedro Ximénez, destinada a la pasera, pueden pagarse unos 0,12 céntimos más. "El precio de una arroba de vino, 16 litros, es de unos 29 euros", detalla Isidoro. El encargado apunta que "la calidad de la uva este año es buenísima, ya que no ha sufrido ninguna enfermedad".

"La graduación que estamos sacando en estas vides es de 14,5 grados de media, bastante alta para la época en la que estamos, ya que el año pasado trabajamos en estas tierras 15 días después". En la cosecha de este año, el nivel de azúcares y ácidos en el grano de la uva ha alcanzado su nivel óptimo antes de lo previsto. "Cuando acabamos con la variedad Pedro Ximénez, recogemos la Montepila, una uva que tiene menos grados, y, por lo tanto, necesita más tiempo de maduración", explica Isidoro.

La propietaria de las tierras, Lola Gracia, destaca las principales diferencias entre la vendimia de antes y la actual. "La diferencia se basa sobre todo en la mecanización y en el paso de la viña de vaso a la espaldera. Con la viña de vaso, la cepa de toda la vida, el trabajador tenía que agacharse para coger la uva, mientras que con la espaldera el vendimiador puede recolectarla de pie", indica la propietaria. "La Comunidad Económica Europea da subvenciones para cambiar la viña a espaldera, ya que puede recogerse con maquinaria. Esta viña, por ejemplo, se tardaría unas dos horas en recoger con la maquinaria, pero nosotros preferimos la recolección a mano, ya que se daña menos la cepa, no hay que recuperarla posteriormente, y damos trabajo a los jornaleros", comenta Lola.

"Además, si las vides se cogen manualmente podemos ir alternando según las zonas que tienen mayor graduación para trabajar antes allí y dejar las de menos grados para el final de la vendimia, dándole tiempo para que maduren", aclara la propietaria. "Las viñas cultivadas en los suelos de la Sierra de Montilla tienen una mayor calidad y dan mayor graduación, por lo que la uva puede pagarse un poco más cara". Gracia recuerda que la variedad Pedro Ximénez es la única uva que debido a su elevado número de grados no necesita la adición de alcohol.

Aunque no todas las cuadrillas de jornaleros trabajan durante la mañana. Como novedad, hay algunas que están comenzando a recolectar la uva por la noche, sobre todo la de espaldera, y llegan a los viñedos sobre las cinco de la madrugada. Los vendimiadores llevan pequeñas linternas que les permiten trabajar mejor. El motivo de estos nuevos horarios, además de evitar las altas temperaturas de la zona en esta época del año, es el cuidado de la uva, ya que de este modo se evita que la cosecha se oxide. Si se recoge en horario nocturno, se impide que las altas temperaturas provoquen una fermentación de la uva descontrolada. Esto puede ocasionar la ruptura del fruto y daños en la piel, sobre todo cuando las temperaturas son superiores a los 30 grados. "La temporada de vendimia depende mucho de la climatología, ya que se trata de un cultivo muy delicado", explica la propietaria.

El gerente de la Denominación de Origen Montilla-Moriles, Enrique Garrido, hace balance de los datos estimados para la vendimia de este año. Garrido afirma que durante esta cosecha se recogerán aproximadamente 40 millones de kilos de uva, con los que podrán elaborarse 300.000 hectolitros de vino, un 20% menos que en la pasada recolección, donde se alcanzaron los 55 millones de kilos. El gerente declara que "la calidad de la uva está siendo muy buena, debido a las condiciones climáticas benignas, con temperaturas muy cálidas durante el día ,y noches más frescas, algo que se está notando bastante en el estado de la cosecha y en los grados alcanzados".

"La graduación que se está obteniendo es bastante elevada para el momento de la vendimia en el que estamos, oscilando entre los 13,5 y 14 grados", añade. Algunas cooperativas, como la de la Aurora, en la localidad montillana, han comenzado ya a colocar las paseras e incluso han recogido las primeras uvas.

"Hasta ahora se han recolectado alrededor de dos millones de kilos de uva", apunta el gerente del marco Montilla-Moriles. La generalización de la vendimia ha comenzado en la campiña durante estos días, aunque anteriormente se han recogido los primeros frutos para la elaboración de los vinos jóvenes de crianza. "Luego se continúa con la recogida de la uva tinta, que aunque no está dentro de la Denominación de Origen, hay 90 hectáreas de uva tinta. Finalmente, se procede a la recogida de la variedad Pedro Ximénez, la principal de la zona", explica Garrido.

En el pleno celebrado al comienzo de la vendimia, el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Montilla-Moriles acordó el presupuesto para el presente ejercicio con unas cuentas cifradas en 700.000 euros. Durante la reunión, se puso de manifiesto la necesidad de dar a conocer aún más el marco montillano. Sobre ese tema, el presidente del Consejo Regulador, Javier Martín, reconoció que el problema es la falta de esfuerzo a la hora de comercializar más los vinos de la campiña. "Hay que olvidarse de las marcas y hacer una apuesta firme para que la gente pida Montilla-Moriles como se pide ahora Manzanilla y ya no un vino de Jerez", anotó. El presidente incidió en "vender una marca genérica" y lamentó que "aún sea una asignatura pendiente".

Montilla celebrará su Fiesta de La Vendimia, declarada de Interés Turístico Nacional, del día 5 al 8 de septiembre. En esos días, se conmemora la cosecha de la uva y se procederá a la tradicional pisa del fruto, en la que se extrae el mosto y se ofrece a la Virgen de las Viñas.

Brenda Yepes / El Día de Córdoba

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