18.9.14

Vivencias personales en la visita guiada al Convento de Santa Clara de Montilla


El pasado viernes, día 12 de septiembre, a partir de las 17.30 de la tarde, un grupo compuesto por alrededor de 20 personas, tuvimos el privilegio de admirar, en una visita guiada, la colección artística que encierra el Monasterio de Santa Clara de Montilla, considerado uno de los conventos más importantes de toda Andalucía por las joyas que atesora en su interior, que ya quisieran para sí muchas capitales de provincia.


Aunque las visitas normalmente están acompañadas por dos hermanas que explican lo principal de dicha colección artística y lo impregnan de su propio carisma en un oasis de paz y tranquilidad, en esta ocasión contamos igualmente con un guía de lujo, como es el historiador local Juan Casado Alcaide, que, como ya comentamos el pasado lunes, es un gran conocedor de la historia de Montilla y de nuestras tradiciones, además de ser colaborador de Pasión por Mvnda.

En ella recorrimos distintas estancias de dicho monasterio y contemplamos en algo más de noventa minutos las obras religiosas y artísticas que encierran sus muros, las cuales todavía no somos conscientes los montillanos del enorme patrimonio que poseemos en este espacio enclavado en una zona emblemática de nuestra ciudad, aunque se encuentren custodiadas por las Madres Clarisas Franciscanas del Convento de Santa Clara de Montilla.

Como no es cuestión de desvelar ni narrar las dependencias y las joyas artísticas que tuvimos el privilegio de admirar, sino que la intención que buscamos es que los montillanos y todos aquellos turistas que llegan a nuestra localidad visiten este monumento histórico-artístico, hemos optado por no entrar en detalles de este Bien de Interés Cultural, que fue declarado en 1981 en estos términos por la Junta de Andalucía, y cuyo nivel de protección es integral.

Sin embargo, queremos destacar, ya en el plano personal, como se menciona en el título de esta publicación, la enorme dulzura y el gran cariño con que nos trataron, tanto a mi madre como a mí, la madre abadesa del monasterio, así como dos de las madres clarisas. Gracias por vuestra dulzura, por vuestro cariño, por vuestra amabilidad, por vuestra simpatía. En definitiva, gracias por todo.

Y es que el destino quiere, una vez más, que tanto mi familia, como ahora yo, estemos ligados al convento. No en vano, la hermana de una tía abuela mía era, como popularmente se le llama, 'la portera de Santa Clara' y habitaba en el mismo, justamente a mano izquierda del patio de entrada al convento. Fue exactamente allí, cuando de niña, falleció, tras una grave enfermedad, una prima hermana de mi madre, y cuyo funeral tuvo lugar en la Iglesia de Santa Clara.

Además, cuando las madres clarisas tuvieron que vender una parte de sus terrenos de la zona trasera del monasterio, que se correspondían con la calle Pozo Dulce, y tras la edificación de un bloque de pisos, justamente enfrente de la confluencia con la calle Enfermería, mis abuelos maternos compraron uno de ellos, situado en planta baja.

Del mismo modo, desde julio de 2007, el destino ha querido que mi familia siga teniendo, una vez más, un nexo de unión con el convento de Santa Clara, al comprar mis padres un piso, totalmente reformado y en propiedad, en la calle Gran Capitán, un edificio que en su momento formó parte del Palacio de los Duques de Medinaceli, el cual se encuentra incluido, este último, en el entorno de protección integral del Convento de Santa Clara.

Por último, y como decía anteriormente, el destino quiere que ahora quien suscribe estas líneas se encuentre ligado, ya de manera directa, al convento, colaborando en todo aquello que mi humilde persona pueda aportar al mismo, estando siempre a disposición de las madres clarisas.


Visitas guiadas

Para finalizar, recordamos lo más importante, como es que los martes, miércoles, viernes, sábados y domingos, el Monasterio de Santa Clara de Montilla ofrece visitas guiadas de su colección artística, con espacio delimitado, previa cita concertada en los teléfonos 957 65 03 26 y 630 488 047, cuya apertura en horario de mañana es de 10.30, 11.00 y 12.00, y en horario de tarde, de 17.00, 17.30, 18.00, 18.30, al precio de 4 euros la entrada por persona como donativo para el mantenimiento y reparación de dicho Templo montillano, cuya cantidad resulta mínima, una vez que visitas el mismo y te percatas de las joyas que atesoran sus muros en el interior. Gracias por su aportación.

Los lunes y los jueves el monasterio permanecerá cerrado para su limpieza, aunque si surge un imprevisto podrá abrir sus puertas para que todos se puedan beneficiar, como comentábamos, de este oasis de paz y tranquilidad.

A través del arte podemos contemplar las maravillas de Dios Nuestro Padre. Si nosotros nos miramos hacia dentro, contemplaremos, la gran maravilla de Dios -el Arte Supremo-, su propia Imagen. Cuidémosle.

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