Maravillosa experiencia vivida en la tarde-noche del pasado viernes, día 1 de noviembre de 2013, Festividad de Todos los Santos, en la plaza de La Merced, con motivo de la Merienda Benéfica llevada a cabo por la Hermandad del Señor en la Santa Cena, María Santísima de la Estrella y Nuestra Señora de las Viñas con el fin de colaborar con la restauración de nuestro Sagrado Titular, aunque bien es cierto que los preparativos comenzaron días antes.
En la tarde del jueves, día 31 de octubre, nos reunimos, a las 17.30 de la tarde, a las puertas de la Iglesia Chica, para comenzar con el montaje de las carpas y dejarlo todo previsto para que desde primera hora del viernes diera tiempo a organizarlo todo.
Sobre las 14.00 de la tarde, un grupo de hermanas y hermanos de la Hermandad y miembros de la Junta de Gobierno de la Cofradía, encabezados por la Hermana Mayor, ya se encontraban en nuestra entrañable plaza de La Merced -testigo de tan maravillosos momentos vividos, no sólo en la historia de la Hermandad, sino también de nuestra Montilla-, para elaborar la masa de las sopaipas que serían ofrecidas a nuestra ciudad, junto con un exquisito chocolate, para vivir una tarde de solidaridad, cariño, pero sobre todo, fe y devoción, hacia el Señor de La Santa Cena, sencillamente impresionante.
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Desde las 16.30 de la tarde y hasta casi las 22.00 de la noche, nos vimos desbordados por tantos y tantas centenares de montillanas y montillanos que quisieron colaborar con la Hermandad. Muchísimas gracias a todos, tanto a las empresas que donaron los alimentos como a las personas que asistieron, ya que fue una magnífica tarde-noche, en la que se superaron los objetivos en todos los sentidos, resultando ser redonda, cuando, a las 19.00 de la tarde, el vicepresidente económico de la Diputación de Córdoba, Salvador Fuentes, hizo público, junto al alcalde de Montilla, Federico Cabello de Alba, la contribución económica de 20.000 € de la institución provincial con la restauración de nuestra Parroquia de La Asunción.
Fue una jornada de muchísimo trabajo, en la que la última silla se quedó recogida alrededor de la medianoche, pero con una enorme satisfacción y un inmenso orgullo de poder ver lo antes posible al Señor en la Santa Cena con el esplendor que Él se merece.
Benjamín Portero Duque
Cargador del Señor
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