El sábado 23 de mayo, la Catedral de Córdoba abrió sus puertas para acoger a cientos de fieles que se desplazaron hasta allí para unirse en comunión ante la venida del Espíritu Santo. Y es que como cada año, la fiesta de Pentecostés es un día en el que movimientos y fieles se unen en una vigilia de oración.
Una celebración que presidió el Obispo de Córdoba y que tuvo muy presente a los jóvenes de la Diócesis, ya que a ellos se dirigió y les informó de las numerosas actividades pastorales que hay previstas para este verano. Unas actividades que irán de la mano de un nutrido grupo de monitores a los que el obispo envió, encomendándoles la misión de trabajar con los jóvenes, ayudándoles en su formación cristiana y fomentando su fe.
A ellos les hizo entrega de una cruz y del cartel anunciador en el que se recogen los numerosos campamentos, cursos y actividades para el ocio y el tiempo libre que desde la Acción Católica General y la Escuela diocesana 'Gaudium' se han recopilado para estas vacaciones.
La celebración contó también con la participación de la Escolanía de San Juan de Ávila de Montilla y culminó con una jornada de convivencia en el Palacio Episcopal.
Diócesis de Córdoba
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