El retablo de Nuestra Señora del Carmen de la Parroquia de San Francisco Solano, cuya obra estilísticamente es adjudicable a Gaspar Lorenzo de los Cobos en torno a 1750, es de madera tallada y dorada. Tiene un banco muy estrecho, seccionado por las ménsulas que soportan los finos estípites del principal.
Éste presenta tres calles: la central, con hornacina de planta trapezoidal, cubierta con un geométrico doselete con cortinajes que abren dos angelillos y que alberga una imagen de Nuestra Señora del Carmen. En las calles laterales, ante fondos lisos que semejan hornacinas por medio de los moldurajes de enmarque, situadas sobre repisas decoradas con frondosas hojarascas, las imágenes de tamaño pequeño, en terracota, de San Ignacio de Loyola y San Francisco Javier, hoy en dependencias interiores del templo.
El ático, de medio punto, presenta en su centro un florón entre molduras mixtilíneas, flanqueado por caladas placas de follajes rizados. Como remate, un angelillo sobre pedestal porta una palma.
La imagen de Nuestra Señora del Carmen, cuya obra es de mediados del siglo XVIII, es de madera tallada y policromada, con una altura de 150 centímetros. La imagen, de correcta factura, se representa vestida a la manera tradicional carmelitana: túnica parda, decorada con ramos, escapulario y capa dorada. En el brazo izquierdo sostiene un Niño Jesús, en movido escorzo, y con la mano derecha sujeta un escapulario. Asienta sus pies sobre un pedestal de nubes y cabezas de querubines, y se cubre con una corona imperial de plata en su color.
No hay comentarios :
Publicar un comentario