11.8.15

El próximo sábado se iniciará el solemne triduo en honor a Santa Beatriz de Silva


En la mañana de hoy martes, las Madres Concepcionistas Franciscanas de la Orden de la Inmaculada de María del Convento de Santa Ana de Montilla nos remitían el cartel del solemne triduo en honor a su Madre Fundadora, Santa Beatriz de Silva, el cual se celebrará del 15 al 17 de agosto en la iglesia del monasterio, a cargo del reverendo padre don Miguel Ángel Raigón Rodríguez, capellán de la comunidad.


El sábado día 15, a partir de las 13.00 de la tarde, tendrá lugar la Solemnidad de la Asunción de la Virgen; el domingo día 16, a esa misma hora, la celebración del Día del Señor; y el lunes día 17, a partir de las 8.30 de la mañana, se celebrará una Solemne Eucaristía con motivo de la festividad de Santa Beatriz de Silva.

La Iglesia Conventual de Santa Ana

El origen de la fundación de concepcionistas franciscanas a la que pertenece la Iglesia Conventual de Santa Ana de Montilla se remonta a 1580, aunque la comunidad no se constituyó hasta 1594 con monjas procedentes de Los Pedroches y unas beatas del hospicio de San Antón de Aguilar. Precisamente, el presbítero Andrés Martínez de Portichuelo, entonces capellán de este centro, fue el patrocinador del convento, donando para él casas y otros bienes en 1590 y 1598. Su iglesia, bajo el auspicio del doctor Andrés de Espejo, empezó a construirse en 1630, año en el que se contrata la piedra de sillería con el santero egabrense Cristóbal del Castillo y los mármoles con el lucentino Juan Ruiz. En 1645 se cubría la Capilla Mayor, lo cual indica que las obras estaban terminadas o a punto de ello. El templo es de tres naves con cuatro tramos, produciéndose el contraste entre una amplia nave central y muy estrechas laterales, que más bien funcionan como pasillos marginales.


El retablo de Santa Beatriz de Silva

El retablo de Santa Beatriz de Silva de la Iglesia Conventual de Santa Ana de Montilla se encuentra, como el retablo de San José de dicho templo, en el crucero. Tiene mesa de similares características a la de éste. Está realizado de madera tallada y dorada sobre fondos verdes. El banco muestra el sagrario entre pequeños estípites así como pequeñas urnas acristaladas utilizadas como relicarios.

El principal ostenta, entre los delicados estípites que señalan la calle central, una hornacina -rematada con medio punto sobre el que monta doselete recto-, que cobija la imagen moderna de la fundadora de la Orden Concepcionista, Santa Beatriz de Silva, en sustitución de otra de la Divina Pastora, hoy en el convento.

Sendos estípites exteriores marcan las calles laterales en las que se abren huecos de cascarón, con remate semicircular, que albergan las imágenes de San Antonio, de época, y de San Francisco de Asís, una obra moderna. Encima de cada una de estas hornacinas se sitúa un espejo holandés hexagonal, enmarcado con follajes y elementos geométricos de talla, coronados por copetes sobre los que se alzan sendos cuadros con mixtilíneos marcos dorados, que penetran en el cuerpo superior.

La clásica cornisa como tránsito al ático está rota al penetrar ampliamente en el coronamiento elementos del cuerpo principal. Este remate se inscribe en líneas generales en un triángulo cuyo vértice superior lo ocupa la imagen de San Rafael. La decoración de este cuerpo, a base de elementos geométricos que se resuelven en volutas y tramos quebrados, se complementa con un lienzo, en el centro, con la figura de la Santa Faz, entre relicarios, y los dos cuadros que representan una dolorosa, tal vez sobre cobre, y un grabado antiguo.

Costeado por María Bernarda Castellano, en Lucena, es obra indudable de Francisco José Guerrero, quien debió realizarla en torno a 1755, momento en que salieron de sus gubias obras semejantes para la Iglesia Conventual lucentina de San Juan de Dios.

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