Tal y como informaba ayer miércoles ABC Córdoba, la decisión de la Junta de Andalucía de paralizar la apertura de la segunda puerta de la Mezquita-Catedral, apoyándose en un informe desfavorable del Icomos -órgano asesor de la Unesco-, podría llegar hasta los tribunales. Así lo recoge el documento elaborado por un equipo de asesores y abogados consultados por la Agrupación de Cofradías de la capital, que en los próximos días mantendrá una reunión en Córdoba con la consejera de Cultura y ex alcaldesa de la ciudad, Rosa Aguilar. Un encuentro en el que intentarán acercar posturas para no tener que recurrir a la vía legal.
En el documento aportado por los especialistas, se expone que la Junta de Andalucía y el Icomos han podido incurrir en «presuntas irregularidades». En primer lugar, los asesores consideran que la postura ahora de la Junta de supeditar el cambio de la celosía a la decisión de la Unesco «contraviene» lo aprobado en la resolución firmada el 29 de junio, en la que Manuela Gómez -anterior delegada de Cultura- autorizaba la apertura de la segunda puerta.
Asimismo, durante este periodo, se establece un tiempo para «interponer recursos, no informes», como es el caso del documento de Icomos. Por ello, los juristas consultados entienden que «la Junta se inhibe de ejecutar una resolución adoptada por ella misma». De este modo, «arremete contra la buena fe de los solicitantes de la puerta y se ataca el artículo 7.1 del Código Civil, lo que implica la total y absoluta nulidad de la última postura adoptada», reza el escrito.
En el documento se recuerda que los propios profesionales de la Consejería apuntan que los informes de la Unesco y del Icomos «no son vinculantes». No obstante, la Junta de Andalucía ha revocado su propia decisión, teniendo más en cuenta la opinión de un organismo externo, por encima de la descrita por sus propios técnicos, que son los únicos legitimados para la redacción de informes vinculantes. Para los profesionales consultados por la Agrupación, se trata de una «conducta muy grave que, presuntamente, raya lo penal, ya que un funcionario dicta una resolución a sabiendas de que es injusta». Los servicios técnicos de la Junta aseguraron que el informe de la Unesco no era necesario por la escasa entidad de la obra y el nulo valor artístico de la celosía.
Muy crítico es el documento de los asesores con la postura del Icomos. Para empezar, los abogados justifican que «un informe no es un recurso, por lo que su aportación no tiene valor en el procedimiento». Además, recuerda que la Unesco no siempre ha tenido en cuenta los análisis de Icomos, ya que mientras éste advierte del posible daño que el paso de las cofradías pudiera tener sobre el templo, el año pasado la propia Unesco elevó el rango de la Mezquita-Catedral de Patrimonio de la Humanidad a Bien de Valor Universal Excepcional, reconociendo así su buena conservación.
Más allá de sus competencias
En otro orden de cosas, la Agrupación entiende, apoyada en los expertos consultados, que «en el informe del Icomos se vislumbra una postura parcial, ya que entra a denegar la realización de la obra y el traslado de las cofradías en base a criterios de seguridad para las personas, saliéndose totalmente de sus competencias». Por último, en el documento también se cuestiona la actitud y objetividad de la directora del Icomos, Begoña Bernal. Según la Agrupación, las declaraciones de la responsable del órgano asesor de la Unesco son «otro claro ejemplo de la parcialidad, ya que la función de ella y de su equipo de trabajo debe ser meramente técnica y no entrar en apreciaciones o críticas personales, como así ha sido». Hay que recordar que Begoña Bernal calificó la decisión unánime de las hermandades de hacer estación de penitencia en la Catedral de «rabieta infantil».
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