El Jefe de Estado Mayor del Ejército preside en Madrid la presentación del sello del Gran Capitán

Una nueva misión para El Gran Capitán cinco siglos después de su fallecimiento

El montillano Gonzalo Fernández de Córdoba, El Gran Capitán, ha sido enviado a una nueva misión desde ayer martes, día 9 de febrero, después de haberse cumplido, el pasado 2 de diciembre, el quinto centenario de su fallecimiento. El Jefe de Estado Mayor del Ejército, general de ejército Domínguez Buj, presidió, en el Palacio de Buenavista, en Madrid, la presentación de un sello que conmemora la mencionada efeméride y que proyectará en el exterior la imagen del Ejército español a través de la figura del genial militar.

“La Comisión Filatélica del Estado ha impreso 12 estampillas dedicadas a las Fuerzas Armadas españolas en los últimos cuatro años y 57 en total en toda su historia”, apuntó el presidente de Correos, Javier Cuesta. Con la edición de este sello, Correos rinde homenaje a la trayectoria y figura del Gran Capitán como personaje clave durante el reinado de los Reyes Católicos y precursor de una nueva técnica militar. Según Javier Cuesta, en el mundo existen actualmente alrededor de 20 millones de coleccionistas de timbres postales, por lo que El Gran Capitán “difundirá la imagen del Ejército español a lo largo y ancho del planeta”.

El subdirector de Régimen Postal del Ministerio de Fomento, Rafael Crespo, explicó los motivos por los que se decidió dedicar un sello al Gran Capitán: “Por ser modelo de soldado, por haber revolucionado la táctica militar y por la impronta dejada, por sus valores militares, en las Fuerzas Armadas españolas”. Además, ha añadido que El Gran Capitán “no es solo patrimonio español, sino de todo el mundo por su influencia en la Corte del rey Luis XIV de Francia y en la literatura europea desde el siglo XVI”.

Por su parte, el Jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra incidió, en la actualidad, de la presencia de su figura en el Ejército, puesto que “el Tercio de Melilla, 1º de la Legión; la base española en Irak; y el reconocimiento que cada cinco años otorga la institución a sus militares, llevan su nombre”. Esto da una idea de la importancia que sigue teniendo este personaje histórico para el Ejército, por lo que el general de ejército Domínguez Buj no dudó en agradecer “de corazón” la iniciativa de la Comisión Filatélica del Estado. Además, el Jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra destacó que esta estampilla une tradición y modernidad: “La imagen del Gran Capitán, junto a soldados modernos, defendiendo los intereses de España en el exterior, tal y como él hizo también en su día”. Por este motivo, para el general de ejército, el agradecimiento es doble, “porque orgullosos como estamos de nuestros soldados, este sello es una gran oportunidad para que se les conozca mejor”. Como aficionado a la Filatelia desde los 15 años, el Jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra reconoció que en este sello “veo a mi patria, a mis soldados y a mis sellos”. Y, tras estas palabras, él y el resto de autoridades asistentes al acto, junto a varios descendientes directos del Gran Capitán, procedieron a realizar el matasellado de honor.

El efecto postal presentado ayer, y emitido el pasado 28 de enero, tiene un valor facial de 1,30 euros, con unas dimensiones de 40´9 x 28´8 mm., está impreso en offset y cuatricromía en papel engomado, y se ha realizado una tirada de 220.000 ejemplares en pliegos de 25 efectos.

El montillano Gonzalo Fernández de Córdoba

El montillano Gonzalo Fernández de Córdoba fue un capitán al servicio de los Reyes Católicos y miembro de la nobleza andaluza. Siempre fiel a la causa isabelina, luchó junto a ella en la Guerra de Sucesión castellana. Pero fue en la Conquista de Granada donde sobresalió como soldado en el asalto, demostrando dotes de mando y un gran ingenio práctico. Se hizo cargo de las últimas negociaciones con el monarca nazarí Boabdil y como recompensa por sus servicios a la Corona, recibió una encomienda de la Orden de Santiago entre otros muchos reconocimientos.

En el año 1495, desembarcó en Calabria al mando de un ejército para enfrentarse a las tropas francesas que habían ocupado el reino de Nápoles. Tras varios éxitos que culminaron con la expulsión de los franceses, regresó a España, donde sus triunfos le valieron el sobrenombre de Gran Capitán. En 1500, con el Tratado de Chambord-Granada que repartía el reino de Nápoles entre los Reyes Católicos y Luis XII, surgieron de nuevo hostilidades, llevando a Fernández de Córdoba a combatir contra los franceses, por cuya derrota recibió el título de virrey de Nápoles.

Todas estas acciones le situaron como líder indiscutible del ejército, el cual reestructuró revolucionando la técnica militar. Agrupó su ejército en coronelías, dando origen a los míticos Tercios. Reformó las tácticas de lucha y restó importancia a las armas en beneficio de la infantería. Murió el 2 de diciembre de 1515 y sus restos fueron enterrados en el Monasterio de San Jerónimo de Granada.

El sello que conmemora el V centenario de su muerte recoge una reproducción del busto egregio de perfil del Gran Capitán junto con la imagen de dos soldados militares actuales de infantería del Ejército de Tierra, vestidos con la uniformidad de combate llamada árida, utilizada en operaciones de campo de batalla y realizando maniobras militares. El Ejército Español, y más concretamente la Legión Española, donde existe un Tercio llamado “Gran Capitán”, guarda una estrecha relación con este personaje histórico.