3.6.16

Celebramos la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús


Historia

La devoción al Corazón de Jesús es de origen medieval, siendo los escritos de Santa Matilde de Hackeborn, Santa Gertrudis de Helfta y Santa Ángela de Foligno los testimonios más antiguos. Sin embargo, la fuente más importante de la devoción, en la forma en que la conocemos actualmente, es de Santa Margarita María Alacoque, de la Orden de la Visitación de Santa María, a quien Jesús se le apareció. En dichas apariciones, Jesús le dijo que quienes oraran con devoción al Sagrado Corazón recibirían muchas gracias divinas.


La devoción al Sagrado Corazón de Jesús ha existido desde los primeros tiempos de la Iglesia. Sin embargo, hay una fecha concreta en que esta devoción pasó a vivirse con un enfoque determinado, enfoque que lo dio el mismo Jesús a Santa Margarita María de Alacoque el 27 de diciembre de 1673. El confesor de Santa Margarita María Alacoque fue San Claudio de la Colombière, quien, creyendo en las revelaciones místicas que ella recibía, propagó la devoción.

Los jesuitas extendieron la devoción por el mundo a través de los miembros de la Compañía, y los libros de los jesuitas Juan Croisset y José de Gallifet fueron fundamentales para esta difusión. A pesar de controversias y de opositores, como los jansenistas, los fieles confiaron en la promesa que Jesús hizo a la santa: "Mi corazón reinará, a pesar de mis enemigos".

El padre Mateo Crawley-Boevey SS.CC. ideó un movimiento de regeneración de las familias y de la sociedad a través de una cruzada moral. Y para ello fundó la Obra de la Entronización del Sagrado Corazón en los Hogares, con repercusiones en todo el orbe. Uno de sus intereses fue conseguir el establecimiento del Reinado Social.

A mediados del siglo XX, el capuchino italiano San Pío de Pietrelcina y el beato León Dehon promovieron y revivieron el concepto de la oración dirigida al Sagrado Corazón de Jesús. La difusión de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús se debe a Santa Margarita de Alacoque, a quien Jesús se le apareció con estas palabras:

"Mira este corazón mío, que a pesar de consumirse en amor abrasador por los hombres, no recibe de los cristianos otra cosa que sacrilegio, desprecio, indiferencia e ingratitud, aún en el mismo sacramento de mi amor. Pero lo que traspasa mi corazón más desgarradamente es que estos insultos los recibo de personas consagradas, especialmente a mi servicio".

La aspiración principal de Santa Margarita era la aprobación pontificia del culto público al Corazón de Jesús. Sin embargo, hubo que esperar al pontificado del Papa Clemente XIII en 1765 para su aprobación, e incluso limitado a Polonia y a Roma.

La devoción al Sagrado Corazón de Jesús cobró auge al ser acogida como devoción propia de El Apostolado de la Oración, fundado el 3 diciembre 1844 por el sacerdote jesuita Francisco Javier Gautrelet. En 1861 nació, en Francia, la primera publicación para promover la devoción al Corazón de Jesús: El Mensajero. Pronto publicaciones similares surgieron por todo el mundo.

En 1917, en las apariciones de Fátima, el ángel y la Virgen enseñaron a los niños a rezar y a responder a los designios de los Corazones de Jesús y María. A partir de Fátima, la devoción a los corazones de Jesús.

Celebración litúrgica

En el rito romano reformado por Pablo VI, la celebración del Sagrado Corazón de Jesús es de primera clase, teniendo rango de solemnidad, y se festeja el viernes posterior al segundo domingo de Pentecostés. Todo el mes de junio es, de algún modo, dedicado por la piedad cristiana al Corazón de Cristo. Se celebra de color blanco u oro.


El Sagrado Corazón en el Magisterio de la Iglesia

En su encíclica papal Auctorem Fidei, Pío VI mencionó la devoción al Sagrado Corazón. Después de las cartas de la Beata María del Divino Corazón Droste zü Vischering (1863-1899) con la petición, en el nombre del propio Cristo, para que el Papa León XIII consagrara el mundo entero al Sagrado Corazón de Jesús, el pontífice designó comisiones de grupos de teólogos para examinar su petición sobre la base de la revelación mística y la tradición sagrada. Esta investigación resultó positiva. Siguiendo la revisión teológica, León XIII, en su encíclica Annum Sacrum de 25 de mayo de 1899, dijo que la humanidad en su totalidad debía ser consagrada al Sagrado Corazón de Jesús, declarando su consagración el 11 de junio del mismo año.

Pío XII desarrolla en su encíclica Haurietis Aquas el culto al Sagrado Corazón que queda en parte plasmado en el siguiente punto del Catecismo de la Iglesia Católica. En el punto 478 que "Jesús, durante su vida, su agonía y su pasión nos ha conocido y amado a todos y a cada uno de nosotros y se ha entregado por cada uno de nosotros, "El Hijo de Dios me amó y se entregó a sí mismo por mí" (Ga 2, 20). Nos ha amado a todos con un corazón humano. Por esta razón, el Sagrado Corazón de Jesús, traspasado por nuestros pecados y para nuestra salvación (cf. Jn 19, 34), "es considerado como el principal indicador y símbolo... del amor con que el divino Redentor ama continuamente al eterno Padre y a todos los hombres" (Pio XII, Enc."Haurietis aquas": DS 3924; cf. DS 3812).

España y el Sagrado Corazón

A través de los jesuitas, el culto y devoción al Sagrado Corazón llega a España y a la América española. Con la llegada de Felipe V de España, esta se ve reafirmada por la carta que escribe a Benedicto XIII en 1727, pidiendo Misa y oficio propio del Sagrado Corazón de Jesús para todos sus reinos y dominios.

En Valladolid, el 14 de mayo de 1733, Bernardo de Hoyos, estudiante de Teología en el colegio San Ambrosio de los Jesuitas, actual Santuario Nacional de la Gran Promesa, recibió la aparición sobrenatural de Jesús para revelarle la promesa de que: "Reinaré en España, y con más veneración que en otras muchas partes".

La consagración pública de España al Sagrado Corazón fue hecha primero por Carlos María de los Dolores de Borbón y Austria-Este, reclamante Carlos VII de España, y después el rey Alfonso XIII lo hará de forma oficial en Getafe, en el Cerro de los Ángeles, centro geográfico de la Península Ibérica.

El hermano de Carlos María de los Dolores, Alfonso de Borbón y Austria-Este publicó el 3 de junio de 1932 un decreto sobre el escudo de España utilizado por sus partidarios, donde entronizó en él el Sagrado Corazón.

Durante la Guerra Civil española, muchos soldados del bando nacional llevaban sagrados corazones de fieltro adheridos a la ropa y era devoción que servía para detener las balas enemigas. Se les llamaba "detentes".

También fue muy utilizada en España, y lo sigue siendo en la actualidad, la imagen del Sagrado Corazón fijada a la puerta como símbolo de la condición católica de una casa. Una imagen sedente era con frecuencia entronizada en la principal sala de la casa, acompañada de algún lema del tipo: 'El Sagrado Corazón de Jesús reina en esta casa'.

Probablemente, una de las celebraciones más espectaculares relacionadas con el Sagrado Corazón de Jesús en España se da en Alhaurín el Grande, en Málaga, donde la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno realiza sendas salidas procesionales el sábado y domingo posteriores al Corpus Christi, días en los que es procesionada la imagen del titular. Esta celebración es conocida como Día de Jesús.

Los diez primeros países en consagrarse al Sagrado Corazón de Jesús son: Ecuador, en 1874; San Salvador, en 1875; Venezuela, en 1900; Colombia, en 1902; España, en 1919; Nicaragua y Polonia, en 1920; Costa Rica, en 1921; Brasil, en 1922; y Bolivia, en 1925.

REDACCIÓN / PASIÓN POR MVNDA
IMÁGENES: BENJAMÍN PORTERO DUQUE / ÁNGEL GÓMEZ HIDALGO

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