11.6.19

El Monasterio de Santa Clara de Montilla inicia el solemne triduo en honor a San Antonio de Padua


Ayer lunes, día 10 de junio, y hasta el miércoles, día 12, la Comunidad de Hermanas Clarisas Franciscanas y sus devotos celebrarán, a partir de las 19.30 de la tarde, en la Iglesia del Monasterio de Santa Clara de Montilla, el solemne triduo en honor del gran taumaturgo, San Antonio de Padua.


Dichos cultos volverán a ser oficiados por el sacerdote Fray Severino Calderón Martínez, de la Orden de Frailes Menores, los cuales concluirán el jueves día 13 con la celebración de su solemnidad, mediante una Santa Misa solemne en la que se darán a venerar sus reliquias.

Antonio de Padua, también conocido como San Antonio de Lisboa (Lisboa, Reino de Portugal 1191 a 1195 - Padua, 13 de junio de 1231), fue un sacerdote de la Orden Franciscana, predicador y teólogo portugués, venerado como santo y Doctor de la Iglesia Universal por el catolicismo.

La imagen de San Antonio de Padua de la Iglesia del Convento de Santa Clara de Montilla, una de las varias tallas que existen en el monasterio, fue realizada a mediados del siglo XVIII, tratándose de una talla de unos 90 centímetros de alto. Sostiene al niño simbólico que, en un movimiento naturalista, trata de tocar la cara al santo, mientras que en la mano derecha porta unas azucenas. Viste con una túnica policromada con amplios plegados.

Se encuentra situada en su propio retablo de la iglesia, de madera tallada y dorada. Se compone de banco, principal y ático, y carece de soportes que articulen el conjunto en sentido vertical, siendo sustituidos por sucesivas molduras, volutas, placajes y rocallas.


Presenta una hornacina con arcado de medio punto, de cascarón, donde se ubica el santo titular, entre dos interesantes pinturas sobre vidrio: un crucificado y una Piedad, ambos de 38 x 30 centímetros. Preside el ático un relieve con un corazón llameante.

El conjunto, de hacia 1770, significa la culminación retablística de Gaspar Lorenzo de los Cobos, que enfrenta el rococó y consigue una obra plena del movimiento, en donde los contornos se contorsionan en una llameante sensación. La obra más importante del escultor sevillano Gaspar Lorenzo de los Cobos es el retablo mayor de la Parroquia de San Francisco Solano de Montilla, iniciada en 1728.



BENJAMÍN PORTERO DUQUE / PASIÓN POR MVNDA

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