1.5.20

'Iglesia por el Trabajo Decente' reclama un ingreso mínimo vital y ayudas para los trabajadores


'Iglesia por el Trabajo Decente' reclama un ingreso mínimo vital y ayudas para los trabajadores más vulnerables con motivo del 1º de Mayo, Día de San José Obrero.

La Plataforma Iglesia por el Trabajo Decente (ITD), impulsada por distintas entidades eclesiales como son Cáritas, CONFER, la Hermandad de Acción Católica (HOAC), Justicia y Paz, Juventud Estudiante Católica (JEC) y Juventud Obrera Cristiana (JOC) ha publicado un manifiesto con motivo del 1º de Mayo, Día Internacional del Trabajo, en el que reclama “la aprobación de un ingreso mínimo garantizado, el reconocimiento del derecho a la prestación por desempleo para las personas empleadas de hogar, la regularización extraordinaria e inmediata de los trabajadores “sin papeles” y un pacto de Estado que apueste por la centralidad de la persona y el trabajo decente”.


Estas son las líneas de un comunicado extenso que defiende que “el trabajo es para la vida” y que, por tanto, “deben garantizarse unas condiciones laborales que protejan la integridad física y psíquica de la persona y que favorezca su protección social, esenciales para una vida digna”. Igualmente, señalan que la crisis laboral y económica provocada por la pandemia del COVID-19 hubiera tenido un menor impacto si “la sanidad y el conjunto de políticas sociales hubieran contado con los recursos que necesitan y que fueron recortados como consecuencia de la anterior crisis financiera”.

En la actual emergencia social causada por el coronavirus, “el empleo que en primer lugar se ha destruido -denuncia ITD- es el más débil, el que carece de redes de protección social”. Por ello, lanza una llamada “para que se articulen e impulsen todas las medidas necesarias evitando que esto vuelva a pasar y para construir una red de protección social para quienes han perdido empleo, salario y derechos para que nadie se quede atrás”.

De manera concreta exponen cinco demandas: el reconocimiento de un ingreso mínimo garantizado en un programa articulado que integre las políticas sociales en España; el derecho a la prestación por desempleo para las personas empleadas de hogar, así como el reconocimiento social del trabajo de hogar y de cuidados; la regularización de los trabajadores “sin papeles”; un pacto de Estado que apueste por la centralidad de la persona y el trabajo decente; y el fortalecimiento del pilar de los derechos sociales en Europa.

El manifiesto finaliza con una invitación “a las comunidades cristianas a unirnos, desde la distancia física obligatoria, desde nuestras casas, en la celebración y la oración”, y a “participar con creatividad en aquellas acciones que puedan hacer visible la necesidad de un trabajo decente acorde con la dignidad humana”.

REDACCIÓN / PASIÓN POR MVNDA
IMAGEN: ARCHIDIÓCESIS DE SEVILLA

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