Más de 750 personas sin hogar fueron atendidas durante el año 2020 por Cruz Roja en Córdoba, donde la entidad está reforzando precisamente estos días su intervención con este colectivo ante la bajada de las temperaturas experimentada en las últimas semanas. Y es que tanto el frío de estos días como la pandemia instalada en España desde hace ya casi un año, han aumentado la extrema vulnerabilidad en la que viven estas personas.
“Este 2020 ha estado marcado por una pandemia que nos obligó a estar en casa, labor complicada para las personas que se encuentran en una situación de sinhogarismo”, apunta Isa Lozano, referente provincial de personas sin hogar de la institución humanitaria, quien añade que las circunstancias han provocado un incremento en la “sensación de soledad” de este colectivo y que se abra “un abismo de cara a acceder a los servicios públicos, especialmente a los servicios sanitarios, debido a la carencia de medios tecnológicos tan básicos como un teléfono para poder pedir cita”.
Entre esas más de 700 personas que recibieron la atención de Cruz Roja, el perfil mayoritario fue el de un hombre de entre 45 y 65 años de nacionalidad española al que múltiples factores, aunque fundamentalmente relacionados con la pérdida del empleo y problemas familiares, unidos a la ausencia de una red de apoyo, han conducido a esta situación de exclusión residencial.
El grueso de las alrededor de 7.000 prestaciones ofrecidas durante el pasado año a este colectivo se concentró en la Unidad de Emergencia Social (UES), un dispositivo conformado íntegramente por voluntariado que recorre tres noches a la semana las calles de la capital, y que también sale en municipios como Lucena o Priego de Córdoba, para ofrecer a personas sin hogar comida y bebida reparadora, asesoramiento social y, sobre todo, apoyo humano.
Si bien en periodos de más frío como el actual se añaden en el reparto mantas y sacos de dormir, en estos últimos días, el voluntariado de Cruz Roja ha atendido en cada una de sus salidas a varias decenas de personas.
La UES, que cuenta con financiación de la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, busca servir de enlace para intentar, en la medida de lo posible, integrar al colectivo de personas sin hogar en la red de asistencia normalizada, con objeto de promover de este modo su inclusión en la sociedad.
Actualmente, son alrededor de 60 las personas que participan como voluntarias en este proyecto, que se realiza en coordinación con el resto de entidades que conforman la Red CO-HABITA de atención a personas sin hogar, de la que también forman parte Adeat, Fundación Prolibertas, Hogar Sí, Cáritas y el propio Ayuntamiento de Córdoba.
Aunque la mayoría de atenciones con este colectivo se llevan a cabo en la capital, la institución humanitaria también tiene en marcha acciones orientadas al mismo en municipios de la provincia como Priego de Córdoba, Lucena y Rute.
REDACCIÓN / PASIÓN POR MVNDA
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