3.9.21

Cruz Roja presta apoyo a casi 97.000 personas de la provincia de Córdoba en el año de la pandemia, un 30% más que en el año 2019

Un total de 96.835 personas recibieron algún tipo de apoyo por parte de Cruz Roja en la provincia de Córdoba a lo largo de 2020, lo que supone un incremento del 30% respecto al año anterior, cuando esa cifra ascendió a 74.333 ciudadanos.


Lógicamente, la pandemia del coronavirus y el plan Cruz Roja Responde que la institución humanitaria puso en marcha en todo el país para dar respuesta a la misma son la causa de ese notable aumento en el volumen de atenciones, una cifra que la entidad pudo alcanzar "solo gracias al compromiso y solidaridad de la sociedad cordobesa, tanto de manera individual como a través de la colaboración de empresas y administraciones públicas".

Y es que a los casi 97.000 cordobeses antes mencionados hay que sumar los más de 18.000 que participaron en distintas actividades educativas y de sensibilización, por lo que, de forma global, fueron más de 115.000 las personas de la provincia a las que llegó de algún modo Cruz Roja el pasado año.

Durante 2020, la actividad estuvo marcada por el citado plan de Cruz Roja Responde, un programa especial puesto en marcha en marzo de 2020 cuando se declaró mundialmente la pandemia del COVID-19 y el estado de alarma en España.

De inmediato, Cruz Roja movilizó la mayor parte de sus equipos, personales y materiales con el propósito de paliar los efectos de la emergencia sanitaria y de la crisis social derivada de la paralización de la actividad económica.

Los principales afectados fueron las personas que ya se encontraban en situación de exclusión social antes de esta crisis. Pero pronto se detectaron las consecuencias en otras muchas personas que hasta ahora no habían tenido que recurrir a Cruz Roja y que se enfrentaban ahora a una nueva situación de vulnerabilidad.

Dicho plan, no obstante, se llevó a cabo sin abandonar proyectos esenciales, que afectaban a colectivos especialmente vulnerables, como mujeres víctimas de violencia, mayores, inmigrantes, infancia o personas sin hogar, entre otros.

"El año 2020 quedará sellado en la memoria colectiva con el término pandemia, marcado por el sufrimiento y la pérdida irreparable de vidas, pero también por la solidaridad y la humanidad. Nuestra memoria de actividad es fiel reflejo de esta realidad. El incremento histórico de nuestras intervenciones se sostiene en la respuesta generosa de toda la sociedad cordobesa", ha destacado la presidenta provincial de Cruz Roja, Cándida Ruiz.

Prueba irrefutable de esa "respuesta generosa" es el récord histórico que la organización batió el pasado año en cuanto a la incorporación de voluntariado, con casi un millar de personas que decidieron unirse a la entidad como voluntarias en esos doce meses, con lo que el censo provincial superó las 5.000 personas.

Eso, sumado al aumento también en la cifra de socios y socias (hasta los 16.196), ha permitido que sean ya más de 21.000 los ciudadanos que aportan su granito de arena para hacer posible la variada labor solidaria de la institución humanitaria.

"Gracias al apoyo de tantas y tantas personas, empresas y administraciones públicas, nuestro voluntariado ha podido demostrar, desde que el COVID-19 irrumpió en nuestras vidas, su capacidad para regalar sonrisas con la mirada y abrazar con el corazón", ha ensalzado la presidenta provincial de Cruz Roja.

Y lo ha hecho con prácticamente todos los sectores de población, puesto que los servicios e iniciativas promovidos por la organización abarcan desde mayores hasta infancia, pasando por personas con discapacidad, inmigrantes, refugiados, drogodependientes, mujeres en dificultad social, personas afectadas de VIH/SIDA, familias con escasos recursos económicos o incluso habitantes de otras zonas del mundo necesitadas de ayuda humanitaria y de programas de cooperación al desarrollo.

Los datos recogidos en la memoria del pasado año dan fe del esfuerzo de la entidad por dar respuesta a la crisis provocada por el COVID-19. “Pero más allá de las cifras, siempre hay que recordar que tras ellas se esconden un millón de historias personales que han sufrido las consecuencias de una emergencia inédita en nuestra historia. Y a las que hemos de seguir acompañando para que no se queden atrás”, ha concluido Cándida Ruiz.

A sus poco más de 30 años, Soledad Castro acumulaba muchos trabajos en limpieza y hostelería, pero casi todos ellos precarios. Hasta que un buen día, por mediación del Servició de Atención a las Víctimas en Andalucía (SAVA), se inscribió en un curso de informática de Cruz Roja que le cambió la vida.

Y es que cosas de la vida, al minuto, literalmente, de actualizar su currículo e inscribirse, en pleno curso, en una oferta de empleo, la llamaron para decirle que estaban interesados en ella. “Lo eché por echarlo, me levanté para ayudar a una compañera, y al momento me llamaron.

No me lo podía creer”, ha relatado todavía emocionada esta joven cordobesa, quien ha lanzado este mensaje de ánimo a aquellas personas que buscan actualmente empleo: “Nunca hay que perder la esperanza y la fe. Inscribirse en todo lo que haga falta y no dejar de mirar el correo”.

Aunque Catalina González usaba un andador para moverse, se considera una mujer muy activa. Vive en Córdoba y con el confinamiento se encerró en casa. “Con la pandemia no salía nada. Tenía todo el día la tele puesta. Me angustiaba ver tantas noticias, diciendo que subían los casos. Tenía mucho miedo, pero no por mí, sino por los míos”, ha afirmado.

“En Cruz Roja han estado pendientes todos los días: me llamaban siempre para saber si necesitaba algo. Sin pedírselo. Me han ayudado un montón, porque mis hijos están trabajando y muchas veces necesitaba que me acompañaran”, ha concluido.

REDACCIÓN / PASIÓN POR MVNDA

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