Tras su solemne traslado, celebrado el pasado día 5, del 11 al 19 de septiembre se celebrará, en la Iglesia del Monasterio de Santa Clara de Montilla, la solemne novena en honor a la sagrada y milagrosa imagen de Nuestro Padre de Familias. Dichos cultos se iniciarán con la exposición del Santísimo, el rezo del Santo Rosario y el ejercicio de la novena, a partir de las 18.30 de la tarde, para, a continuación, tener lugar la celebración de la Santa Misa desde las 19.30.
De este modo, oficiarán la sagrada eucaristía los sacerdotes Guillermo Padilla Sánchez, párroco in solidum de Santiago Apóstol y vicerrector de la Basílica Pontificia de San Juan de Ávila de Montilla, el día 11; Carlos Jesús Gallardo Panadero, Director Espiritual Adjunto del Seminario Conciliar San Pelagio y Director Diocesano del Apostolado de la Oración de Córdoba, el día 12; Antonio Palma León, capellán del Monasterio de Santa Clara y del Hospital de Montilla y párroco de Nuestra Señora de Fátima de Llanos del Espinar; el día 13; y Fernando Suárez Tapiador, párroco in solidum de Santiago Apóstol y rector de la Basílica Pontificia de San Juan de Ávila de nuestra ciudad, el día 14.
Asimismo, harán lo propio Guillermo Padilla Sánchez, párroco in solidum de Santiago Apóstol y vicerrector de la Basílica Pontificia de San Juan de Ávila de Montilla, el día 15; Miguel Ángel Raigón Rodríguez, párroco de Nuestra Señora de La Asunción de Montemayor, el día 16; Ildefonso Casas Nieto (S.D.B.), Delegado de Pastoral de la Familia Salesiana en Montilla, el día 17; Rafael Gabriel Castro Flores, párroco de Nuestra Señora de La Asunción de Montilla y de La Inmaculada Concepción de La Vereda del Cerro Macho y capellán de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados de nuestra ciudad, el día 18; y Florencio Muñoz García, Delegado Diocesano de Pastoral Vocacional, vicerrector del Seminario Mayor San Pelagio y capellán de las Carmelitas de la Antigua Observancia y del Monasterio Cisterciense de la Encarnación de Córdoba, el día 19.
Detalles históricos y artísticos de la Capilla de Nuestro Padre de Familias
En el claustro alto del tercer patio del Convento de Santa Clara se encuentra la Capilla de Nuestro Padre de Familias, una de las joyas artísticas e históricas de Montilla, que corre grave peligro de derrumbe así como sus dependencias anexas, al presentar importantes y graves deficiencias su estructura y su cimentación debido a la acumulación de humedad. Se trata de un espacio rectangular de unos ocho por seis metros.
La preciosa y antiquísima imagen de Jesús Crucificado es una talla policromada en pasta de madera que representa a Jesús muerto en tres clavos y con la cabeza caída sobre el hombro derecho. El paño de pureza, de plegados muy esquemáticos, presenta añadidos de ciertos apliques dorados.
La cruz, de sección rectangular, está revestida con chapa de plata cincelada y presenta bordura barroca. Al pie, se encuentran dos ángeles turiferarios. Sus medidas totales son 120 por 72 centímetros, aproximadamente. Se trata de una talla del siglo XVI.
La imagen de Nuestro Padre de Familias
"La sagrada imagen de Nuestro Padre de Familias, a la que se le atribuyen muchísimos milagros, llegó al convento en 1633, presidió varias sesiones del Concilio de Trento en el siglo XVI y fue regalada a Sor Ana de la Cruz Afán de Ribera y Manrique de Lara, hija del Marqués de Tarifa, por su hermano, el agustino fray Payo Afán de Ribera, que después llegó a ser obispo en Guatemala y México", tal y como nos relata el historiador Juan Casado.
La tan querida y venerada imagen de Nuestro Padre de Familias, que recibe culto en clausura a lo largo del año en el Monasterio de Santa Clara de Montilla, excepto los quince días que es trasladado hasta la iglesia del convento para la celebración de su solemne novena y su procesión, siendo así una devoción muy particular, añade, "ha procesionado por el interior del convento en procesiones claustrales desde el siglo XVII, y es en el siglo XX cuando sale por las calles de nuestra ciudad por la devoción tan grande que le tienen los montillanos y porque las Madres Clarisas querían compartirlo con el pueblo en procesión".
De este modo, al regreso de la procesión a su templo de la Hermandad de Nuestro Padre de Familias, San Francisco y Santa Clara de Asís se da a venerar y a besar, cada año, como viene siendo tradicional, dos relicarios: la Santa Espina de Cristo, traída por el Duque de Feria desde Italia en el siglo XVII, y el Lignum Crucis, regalado al convento por la reina Isabel de Portugal en el siglo XVI. Lamentablemente, y por segundo año consecutivo, dicha procesión, en el día de la fiesta de Nuestro Padre de Familias, no podrá celebrarse debido a la pandemia que estamos sufriendo.
El estandarte que se luce en ella nos narra que "lo regaló el sacerdote salesiano Francisco de Asís Redondo Aragón, natural de Aguilar de la Frontera, cuya madre y dos hermanas fueron monjas en el Convento de Santa Clara de Montilla a principios del siglo XX, muriendo el sacerdote, muy joven, con unos 32 años, aproximadamente".
"Desde el terremoto de 1930 producido en nuestra ciudad, y debido al deterioro y peligro de la espadaña y del campanario de dicho convento, han tenido que dejar de hacerse los toques propios de Nuestro Padre de Familias, después de varios cientos de años. Gonzalo Enriquez de Harana Puerto, poeta montillano del siglo XVIII, decía que dichos toques transmitían las advocaciones del convento al pueblo de Montilla, además de sus celebraciones y solemnidades, a través del toque alegre de sus campanas con multitud de toques muy curiosos", concluye el historiador Juan Casado Alcaide.
BENJAMÍN PORTERO DUQUE / PASIÓN POR MVNDA
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