20.6.22

Montilla celebra la solemne procesión del Corpus Christi

El pasado domingo, día 19 de junio, solemnidad del Corpus Christi, tuvo lugar la procesión del Santísimo Sacramento por las calles de Montilla, una festividad en honor al cuerpo y a la sangre de Jesucristo en la institución de la eucaristía durante la Última Cena, la cual cuenta con una gran tradición en nuestra ciudad, donde hay constancia documental de la existencia de una cofradía sacramental con anterioridad a 1554.

Tras la solemne celebración de la Santa Misa, que se inició a partir de las 19.00 de la tarde en la Parroquia de Santiago Apóstol, presidida por el sacerdote Rafael Gabriel Castro Flores en su XXV aniversario sacerdotal, siendo concelebrada por los párrocos de Montilla, y en la que cantó el Grupo Baita, tuvo lugar la solemne procesión del Santísimo Sacramento, partiendo, escasos minutos antes de las 20.30 de la tarde, desde este templo montillano, acompañada de fieles y devotos, manifestando su fe en la presencia de Nuestro Señor Jesucristo, siendo portada la Santa Custodia a costal, a los sones de la Agrupación Musical La Unión de Montilla, en un paso que fue donado, en el año 2014, por un matrimonio montillano.

El cortejo lo abrió la cruz parroquial, flanqueada por dos ciriales, así como niñas y niños vestidos con el traje de la Primera Comunión, al haber recibido ambos dicho sacramento en este año. Asimismo, se pudo observar una disposición del guión procesional, integrada por miembros de las juntas de gobierno de las hermandades de nuestra ciudad, tanto de Pasión como de Gloria y de asociaciones religiosas, compuesta por la bandera o el bacalao de cada corporación, flanqueada por dos bordones.

Precedió al paso del Santísimo Sacramento su cuerpo de acólitos, integrado por ciriales e incensarios, en una tarde-noche en la que volvió a exhibirse la espectacular Santa Custodia realizada en 1808 por el platero cordobés Manuel Aguilar y que constituye uno de los mejores ejemplos de la platería neoclásica cordobesa.

Fue en el año 2016 cuando este paso estrenó la peana, el baquetón y las maniguetas del mismo, obra, todos ellos, del joven tallista montillano Ismael López. Por su parte, en el año 2018, se estrenó un nuevo llamador.

De igual manera, los párrocos de Montilla y diversas religiosas de nuestra ciudad integraron el cortejo, al cual no faltó, en representación de la Corporación Municipal, a pesar de ser jornada electoral, el concejal de Festejos, Miguel Sánchez; el pregonero de la Semana Santa de este año, Francisco José Gázquez; el VII Cofrade Ejemplar, Manuel Contreras; y, como es evidente, la propia junta de gobierno de la Agrupación de Cofradías de Montilla.


Tras el paso del Santísimo Sacramento, se portaba el palio en señal de adoración y respeto. Cerraba la comitiva la Agrupación Musical La Unión de Montilla, poniendo sus sones a la misma, acompañados de los cantos de la feligresía.

La devota procesión solemne del Corpus Christi, tras su salida de la Parroquia de Santiago Apóstol, discurrió por las calles Iglesia, Arcipreste Fernández Casado, Beato Padre Miguel Molina, Hermanos Garnelo, Don Diego de Alvear, Don Gonzalo, Ciprés, Altillos, San José, La Andaluza, San Fernando, Corredera, Arcipreste Fernández Casado e Iglesia, para finalmente regresar a su templo parroquial, donde su párroco, Fernando Suárez, anunció que habría una procesión de María Inmaculada el próximo mes de diciembre.

A lo largo del recorrido del Santísimo Sacramento por las calles de Montilla, se engalanaron diversos balcones y se dispusieron varios altares, como los situados en la calle Iglesia, concretamente en la casa parroquial de Santiago Apóstol; en la calle Don Diego de Alvear, uno de ellos situado en el Colegio La Asunción; en la calle Ciprés y en la Basílica Pontificia de San Juan de Ávila.

De este modo, la solemnidad del Corpus Christi es la manifestación de culto por excelencia para los cristianos. Por ello, la Agrupación de Cofradías y las cuatro parroquias de Montilla han renovado su compromiso para organizar la procesión litúrgica que en este día acompaña por las calles de nuestra localidad a Jesús Sacramentado, encaminada también al mayor esplendor y solemnidad de este fundamental culto público.

La Santa Custodia

El hermoso ostensorio del Corpus Christi, que recibe el nombre de Custodia de los Ángeles, luce de manera especial, habitualmente el resto del año, desde 2014, al presidir el altar mayor de la Parroquia de Santiago Apóstol bajo su nuevo templete. Emplazado en el lugar que ocupaba el primitivo, esta nueva construcción vino a completar los trabajos de restauración a los que fue sometido este templo montillano. Unos trabajos que permitieron recuperar elementos propios de este templo, que desaparecieron con el paso de los años.


Dicho ostensorio se encuentra situado, a su vez, en un templete de plata realizado en Córdoba por Manuel Aguilar y Guerrero en 1808. “Tiene dos cuerpos sostenidos por columnas. En el principal, un ángel sirve de soporte al ostensorio, y en el superior, la imagen de San Francisco Solano. Los dos cuerpos se coronan con una pequeña cúpula de plata, donde figura el símbolo de la fe”, recogen Miguel Aguilar Portero y José Rey García en el libro 'Montilla en la mirada', de Manuel González Candelas, publicado en 1999.

Los autores de esta obra añaden, como dato curioso, que la procesión del Corpus Christi comenzaba en Montilla, hace años, con el paso de San Miguel, aunque, lamentablemente, el arcángel dejaría de acompañar a la valiosa Santa Custodia en la pasada década de los años sesenta del pasado siglo.

El Corpus Christi de Montilla en sus orígenes

Tal y como recoge María Teresa Dábrio González en su libro 'La custodia procesional en Córdoba', originariamente la música ocupaba un lugar preferente en Montilla con motivo de la celebración del Corpus Christi. Al menos desde finales del siglo XVI, el Corpus se anunciaba la víspera, al son de chirimías y tambores desde la torre de la Parroquia de Santiago Apóstol, al amanecer y al atardecer, y lo mismo se hacía durante la octava.

El Santísimo, como ya hemos mencionado, procesionaba en una custodia conocida como la "de los Ángeles", y también se sabe que a estos actos asistió en algunas ocasiones el marqués de Priego. Las calles se exornaban con juncia y hojas de álamos y diferentes grupos de danzantes acompañaban el desfile sacramental, ataviados con sombreros de fieltro blanco, adornados con cintas de colores.






























































BENJAMÍN PORTERO DUQUE / PASIÓN POR MVNDA

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