Este mediodía, la Basílica Pontificia de San Juan de Ávila ha acogido, como es tradicional, el pregón de la Semana Santa de Montilla, organizado por la Agrupación de Cofradías de nuestra ciudad, presidida por José Antonio Trapero Perea. Dicho pregón ha sido pronunciado por Miguel Bellido Mora, siendo presentado por Rafael Delgado Ruz.
Previamente, el Grupo Musical La Clave, formado por cinco miembros de la Asociación Musical Montillana Pascual Marquina, ofreció un Concierto de Marchas Procesionales en el citado templo montillano. De este modo, interpretaron 'Amarguras', de Manuel Font de Anta; 'Estrella Sublime', de Manuel López Farfán; 'El Divino Galileo', de Ángel Cruz Pérez; 'Siempre la Esperanza', de Jesús J. Espinosa de los Monteros Pérez; y 'La Madrugá', de Abel Moreno Gómez.
El Grupo Musical La Clave es un quinteto de viento madera y metal que nace en Montilla en el año 2014, si bien sus miembros atesoran una dilatada experiencia en el mundo de la música, al pertenecer todos ellos a la Banda de Música Pascual Marquina de nuestra ciudad.
Debutan como grupo en el acto de presentación del cartel y pregonero de la Semana Santa de ese año, siendo presidente de la Agrupación de Cofradías, Miguel Bellido Mora. Su trayectoria como miembros de este y otros grupos hacen posible la versatilidad interpretativa del conjunto, que procura siempre buscar un repertorio acorde para cada ocasión, llegando a realizar adaptaciones y arreglos propios de obras de diferentes géneros.
Durante su emotivo y sentido pregón, Miguel Bellido dijo que llevaba esperando toda su vida el momento para ser pregonero de la Semana Santa de Montilla. Un pregón en el que ha recordado especialmente, entre otras personas que ya no se encuentran entre nosotros, a su madre, Carmeli Mora.
De este modo, el pregón de Miguel Bellido ha sido especialmente salesiano, cargado de Amor y de Esperanza, eminentemente musical, en el que, además, un trío de capilla y una soprano, han llegado a interpretar La Salve a María Santísima de la Estrella, entre otras composiciones, como si en ese preciso instante nos encontráramos, un Martes Santo, a las mismas puertas del Monasterio de Santa Ana, emulando así a las Madres Concepcionistas Franciscanas.
Pero, sin lugar a dudas, la apoteósis llegó casi a la conclusión de su pregón cuando Miguel Bellido recordó el desplome de la cubierta de su querida Parroquia de La Asunción, en el que el Señor de la Santa Cena sufrió graves desperfectos, perdiendo sus dos brazos.
A aquellas personas que pudieran pensar si merecía la pena tanto sufrir por un "muñeco de madera", Miguel Bellido les daría más de mil respuestas, como la "mala madera" que hay en algunas personas, tal y como resaltó en su pregón. "Yo me quedo con mi Cristo, yo me quedo con sus pies y con sus manos, yo me quedo con Él, mi Señor de la Santa Cena", exclamó, poniendo así el bello de punta y emocionando a muchas de las personas asistentes allí congregadas.
REPORTAJE FOTOGRÁFICO Y AUDIO: BENJAMÍN PORTERO DUQUE
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