El pasado viernes, día 1 de noviembre, solemnidad de Todos los Santos, la Hermandad del Císter de Córdoba celebró, a partir de las 8.45 de la mañana, desde la Iglesia Conventual del Santo Ángel de Capuchinos, el solemne Rosario de la Aurora en honor a la sagrada imagen de Nuestra Señora Reina de los Ángeles en sus Misterios Dolorosos, acompañada de San Juan Evangelista, por las calles del Barrio de Capuchinos y de San Miguel, visitando su parroquia del mismo nombre.
El acompañamiento musical corrió a cargo del Coro Cantabile de Córdoba, con un selecto repertorio muy cuidado y escogido, con piezas dedicadas a la citada corporación y de gran sentido seráfico en honor a la advocación de su excelsa titular.
"La Santísima Virgen, una vez más, vuelve a presentarse vestida de blanco, el color litúrgico de este día, luciendo un manto bordado en oro sobre raso de seda de color blanco crudo, perteneciente a María Santísima de Gracia y Amparo, gentilmente cedido para esta ocasión por la querida Hermandad de la Sentencia. Estrena pañuelo de encaje con apliques de bruselas antiguo del siglo XIX, donado por un hermano, y un tocado de muselina plisada de mediados del siglo XX, donado por el equipo de Priostía", adelantó la mencionada corporación.
"El bellísimo exorno floral ha sido compuesto, como es habitual, por José Manuel Caballero Sánchez, de Mayo Arte Floral Diferente, y está formado por unos elegantes y sobrios friso y centro compuestos por hojas de camelia, rosas de pitimini blancas, nardos y gladiolo", detalló.
A la conclusión del rezo de los Misterios Dolorosos del Santo Rosario, la Hermandad Sacramental, Seráfica y Cisterciense de Capataces y Costaleros de la Santa Cruz y Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo de la Conversión, Nuestro Padre Jesús de la Sangre en el Desprecio del Pueblo, Nuestra Señora Reina de los Ángeles en sus Misterios Gozosos y Dolorosos y San Juan Evangelista se unió a la Fraternidad de Hermanos Menores Capuchinos en la celebración de la solemne eucaristía, ocupando la sagrada cátedra su director espiritual, el reverendo padre Fray Juan Jesús Linares Fernández, OFM Cap.
La sagrada eucaristía fue ofrecida por el eterno descanso de sus hermanos, bienhechores y devotos difuntos y, de manera especial, por las almas de las personas fallecidas y desaparecidas, a causa de las lluvias torrenciales que han causado estragos y desgracia en numerosas zonas de nuestro país. También pidieron por la pronta recuperación de las personas damnificadas y por todas aquellas que han colaborando en los rescates.
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