En la tarde-noche del pasado lunes, día 8 de septiembre, solemnidad de la Natividad de la Santísima Virgen María, la Real Archicofradía de María Santísima de la Sierra Coronada de Cabra celebró, desde la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción y Ángeles de la ciudad, la solemne procesión gloriosa de la sagrada y venerada imagen de su Excelsa Patrona, una de las principales devociones marianas de toda la provincia de Córdoba.
Encabezó el cortejo la Bandera y el Tambor de la Santísima Virgen, con el acompañamiento de devotos y alumbrantes, representaciones, portadas las andas por los portadores de María Santísima de la Sierra y a los sones de la Banda de Música de Cabra.
A lo largo de su itinerario por las calles de Cabra, abarrotadas de fieles, se disfrutaron de varios momentos emotivos, como las plegarias realizadas por el Centro Filarmónico Egabrense a las puertas de su sede, la Salve Popular en la puerta del Ayuntamiento y el espectáculo de los fuegos artificiales, de quince minutos de duración, lanzados en las inmediaciones de la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción y Ángeles en honor a María Santísima de la Sierra Coronada.
Por supuesto, multitud de vecinas y vecinos de la localidad adornaron las calles y los hogares para recibir al 'Orgullo de los Egabrenses', tal y como hicieron numerosas hermandades, recibiendo, en sus respectivas sedes, a su Celestial Patrona, encomendándose a Ella con cantos y ramos de flores.
Tampoco faltaron los multitudinarios vivas, aleluyas y petaladas en honor a la Alcaldesa Perpetua de Cabra durante su recorrido por las calles de la ciudad. Asimismo, a las puertas del Ayuntamiento de Cabra, su alcalde, Fernando Priego, hacía entrega de un ramo de flores a su Santa Patrona, en nombre de la Corporación Municipal, dejando la procesión en honor a María Santísima de la Sierra Coronada, audiovisualmente y en nuestra memoria, un sinfín de emociones, recuerdos y sentimientos vividos en torno a la Madre de Dios.
Sin complejo alguno, al contrario que otras localidades, Cabra siente verdadero orgullo de uno de sus personajes históricos más relevantes, como lo era y es el egabrense José Solís Ruiz, exministro de Trabajo del Gobierno de España, entre otros importantes cargos desempeñados, y padre de catorce hijos, dedicándole un monumento en un parque, una plaza y una de sus principales avenidas por la que, cada año, María Santísima de la Sierra Coronada encara los últimos metros del recorrido de su solemne procesión, de regreso a la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción y Ángeles.
Finalizada la procesión, a algunos nos dio tiempo de disfrutar, por unas horas, de la gran Feria de Cabra. Recordamos que la Coronación Canónica Pontificia de la venerada imagen mariana fue celebrada en una ceremonia a la que asistieron, el 4 de junio de 2005, más de 15.000 personas, presidida por el entonces Obispo de Córdoba, el seguntino Juan José Asenjo Pelegrina.
REPORTAJES: BENJAMÍN PORTERO DUQUE
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