21.9.14

Las reliquias de San Juan de Ávila visitarán Teruel los días 24 y 25 de septiembre


Las reliquias de San Juan de Ávila, Doctor de la Iglesía Universal, visitarán Teruel los días 24 y 25 de septiembre. A las 19.00 del 24 de septiembre, se celebrarán vísperas en la Catedral de esta ciudad. Terminado este acto, las reliquias se trasladarán procesionalmente a la Iglesia del Seminario, la cual permanecerá abierta para que los fieles puedan orar y venerarlas.

Durante el día 25, permanecerán en la Iglesia del Seminario, y a las 19.00 se celebrará la Eucaristía en la misma Iglesia.

Esta visita coincide con la Jornada Sacerdotal de inicio de curso, la cual se celebrará en el Seminario el día 25. Comenzará con el rezo de la hora intermedia a las 10.30 con las reliquias presentes. Tras la jornada, a las 13.30, en la Iglesia del Seminario, se rezará una oración ante las reliquias de San Juan de Ávila.


Las reliquias de San Juan de Ávila, Doctor de la Iglesia, en la Diócesis de Teruel y Albarracín

El 7 de octubre de 2012, el Papa Benedicto XVI proclamó Doctor de la Iglesia a San Juan de Ávila. Desde aquella fecha las reliquias del patrono del clero secular español han recorrido diversas diócesis españolas y extranjeras. Tenemos la enorme fortuna de que estas lleguen también a nuestra diócesis, coincidiendo con la jornada sacerdotal de inicio de curso que todos los años celebramos con los sacerdotes que trabajan pastoralmente en la diócesis.


La presencia de sus reliquias seguro que nos ayuda a redescubrir en su figura y entrega sacerdotal algunos rasgos, siempre actuales, que nos alienten como sacerdotes en el cumplimiento de nuestro ministerio. San Juan de Ávila hizo de su vida una ofrenda eucarística, un signo de la caridad de Cristo que se entrega, siempre en comunión con la Iglesia y atento a sus urgencias y necesidades. Su afán evangelizador, sus sermones inflamados de fuego apostólico, sus muchas horas de confesionario, el tiempo dedicado al estudio, su preocupación por la vida espiritual y la formación de los sacerdotes, los memoriales enviados al Concilio de Trento, la fundación y mantenimiento de colegios, sus iniciativas catequéticas, la dirección espiritual, su abundante correspondencia... Todo ello es signo de una entrega que duró hasta el final de su vida, en una vida gastada por la Iglesia y por las almas. Hoy su ejemplo resulta especialmente revelador y estimulante, y estoy convencido de que recuperar su figura y escritos nos puede ayudar a comenzar el curso pastoral con un impulso renovado.

Sus enseñanzas son exigentes, pero a la vez reveladoras de un camino que plenifica no solo al sacerdote sino también a todos aquellos a quienes este sirve. Así, nos dice San Juan de Ávila, es preciso que el sacerdote "represente a Cristo ... en la mansedumbre con que padeció, en la obediencia, aún hasta la muerte de cruz, en la limpieza de la castidad, en la profundidad de la humildad, en el fuego de la caridad que haga al sacerdote rogar por todos con entrañables gemidos, y ofrecerse a sí mismo a pasión y muerte por el remedio de ellos, si el Señor lo quisiere aceptar. Y en fin, ha de ser la representación tan verdadera, que el sacerdote se transforme en Cristo" (Tratado sobre el sacerdocio, 26).

Su figura sigue hoy iluminando a todo el pueblo de Dios. En palabras de los obispos españoles (XCIX Asamblea plenaria, 26 de abril de 2012): "¿Qué sentido tiene que irrumpa en nuestro presente un personaje que cuenta con quinientos años de historia? Juan de Ávila, el clérigo andariego que recorrió ciudades y pueblos predicando el Evangelio; que abandonó honores, riquezas y proyectos para poseer solo a Jesucristo; el hombre culto, sencillo y espiritual, tal vez más consultado de su tiempo, ha continuado presente con su testimonio y sus escritos durante los cinco siglos que nos separan de él y alza de nuevo su potente, humilde y actualísima voz ahora, en este momento crucial en que nos apremia la urgencia de una nueva evangelización. Porque pasan los tiempos, pero los verdaderos creyentes como él son siempre contemporáneos".

Por todo ello, os animo a todos a participar en los actos que se han preparado en nuestra diócesis con motivo de la venida de las reliquias del santo los próximos 24 y 25 de septiembre.

Monseñor Carlos Escribano Subías, Obispo de Teruel y de Albarracín

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