PASIÓN POR MVNDA: La Hermandad de Jesús Preso clausura los actos de su centenario

A primera hora de la tarde de hoy domingo, día 21 de septiembre, la Hermandad de Jesús Preso y María Santísima de la Esperanza de Montilla ha clausurado los actos del centenario tanto de la primera Estación de Penitencia de la Cofradía como de El Prendimiento.

A partir de las 12.00 del mediodía, daba inicio en la Parroquia de Santiago Apóstol de nuestra ciudad la Solemne Eucaristía de Clausura, presidiendo la celebración el arcipreste de Montilla-La Rambla, reverendo padre señor don José Martínez Jordano, y cantada genialmente por el Coro de la Hermandad.

Con la presencia del alcalde de Montilla, Federico Cabello de Alba, como máxima autoridad civil de Montilla, y la asistencia, igualmente, de representantes de distintas Hermandades montillanas, el hasta ahora Hermano Mayor, Antonio Repiso, abría el acto recorriendo, brevemente, la historia de la Cofradía del Jueves Santo montillano.

El nuevo Hermano Mayor, Luis Raigón Espejo, se ha encontrado muy emocionado durante la ceremonia central del acto, como ha sido la toma de posesión del cargo que, de manera oficial, se ha producido de manos de su predecesor, Antonio Repiso, con un abrazo entre ambos, y jurando Luis Raigón el cargo con la mano ante las Sagradas Escrituras, al igual que al recordar a la desaparecida Banda de Cornetas y Tambores de Nuestro Padre Jesús Preso.

Durante el acto, la Hermandad hacía entrega de una medalla conmemorativa y de un documento de la participación y colaboración en los actos del centenario a las distintas Hermandades asistentes tanto de Pasión como de Gloria, a todas aquellas personas que han colaborado a título individual, a los medios de comunicación locales, a distintos espacios de Internet de la ciudad, como Pasión por Mvnda, a los capataces de los pasos de la Hermandad, al Coro de la Cofradía, a varios miembros de la anterior Junta de Gobierno, a las distintas asociaciones que han colaborado en alguno o en varios de los actos del centenario, al alcalde de Montilla, en representación del Ayuntamiento, etcétera.

Previamente, y casi como de un Viernes de Dolores se tratase por la cantidad de público que se reunió en la plaza de La Rosa, tuvo lugar el pasado viernes 19 de septiembre, a partir de las 20.30 de la tarde, el Solemne Traslado de Nuestro Padre Jesús Preso desde la Ermita del mismo nombre hasta la Parroquia de Santiago Apóstol.

El cortejo se iniciaba con la cruz parroquial, la cual se encontraba flanqueada por dos ciriales, todo ello portado por tres mujeres. Le seguían un importante número de hermanos alumbrando con vela en mano; el bacalao de la Cofradía, custodiado por dos bordones, llevado el primero de ellos por un representante del paso de María Santísima de la Esperanza, y estos últimos por los capataces de Nuestro Padre Jesús Orando en el Huerto y el Santísimo Cristo de la Columna; y los últimos Hermanos Mayores de la Hermandad, como Francisco Herrador López, Antonio Repiso Hidalgo -que presidía la comitiva- y Luis Raigón Espejo, a día de hoy, actual Hermano Mayor.

Tras ellos, un cuerpo de monaguillos y de ciriales antecededían al pequeño paso, propiedad de la Hermandad de El Santico, en el que fue portado Jesús Preso por sus costaleros por el recorrido más corto hasta el Templo Mayor de Montilla, como es la plaza de La Rosa, su subida hasta llegar a la calle Arcipreste Fernández Casado -pasando por la misma puerta de la antigua cárcel de la localidad-, Iglesia y Parroquia de Santiago Apóstol.

A su llegada, se produjo una imagen histórica, al ver juntos, en este Templo montillano, a Nuestro Padre Jesús Preso y a una de las Imágenes marianas más veneradas de nuestra ciudad, como es Nuestra Señora de Belén, y en el que se rezó unas oraciones antes de su conclusión.

Para finalizar, desde Pasión por Mvnda, donde estamos orgullosos y llevamos a gala gozar de absoluta independencia, queremos dar las gracias a la Hermandad de Jesús Preso y María Santísima de la Esperanza por este detalle que fue recogido -ante nuestra imposibilidad de asistir al encontrarnos fuera de Montilla-, por una persona, en representación nuestra, una vez concluido el acto.